En junio se conocía la sentencia que anula el traslado de la plantilla y la producción de Vilaxoán a O Grove, pero aún no se ha cumplido
26 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Se han cumplido ya cien días desde que se daba a conocer la sentencia que anulaba el traslado de la plantilla de la conservera Cuca a O Grove e invalidaba también el ERE que la empresa Garavilla había aplicado mientras ese traslado se ejecutaba. Sin embargo, más de tres meses después los términos del fallo judicial no se han cumplido, y el personal de la factoría vilaxoanesa sigue encaminándose cada día a sus puestos de trabajo en O Grove a la espera de saber cuál va a ser su futuro.
¿Cuál es la situación a día de hoy?
La plantilla trabaja desde hace meses en O Grove, donde se encuentran sus puestos de trabajo hasta el momento en que se cumpla la sentencia que obliga a reabrir Vilaxoán. Esperan que en cualquier momento el juzgado, que ya determinó en su momento que, independientemente de los recursos que se interpusiesen, el fallo era ejecutivo y debía cumplirse obligatoriamente y de inmediato, tome medidas para garantizar el efectivo cumplimiento de los términos del fallo. Pese a ello, este todavía no se ha hecho realidad y la empresa ha presentado, además, varios recursos contra las decisiones adoptadas por el juzgado de lo Social de Pontevedra, encargado de este asunto, alguno de los cuales todavía no ha sido resuelto.
¿Qué consecuencias podría tener la negativa de la empresa?
La plantilla ha solicitado en varios escritos remitidos al juzgado que se multe a Garavilla por no cumplir la sentencia. Además, ha instado a que se acuse de desacato a la firma por desobedecer el mandato judicial. Sin embargo, por el momento no ha obtenido respuesta a sus peticiones. Por otra parte, la Consellería do Mar ha pedido a la empresa información sobre la maquinaria que ha sido trasladada a O Grove por si esta pudiese estar sujeta a subvenciones y por tanto no pudiese moverse de la planta para la que recibió las ayudas. La compañía, por su parte, arguye dificultades para acometer la vuelta a Vilaxoán, pues la maquinaria ha sido ya trasladada a O Grove. Los sindicatos, y el auto de ejecución del juzgado también, alegan que es responsabilidad de la empresa haberse llevado las máquinas a O Grove sin autorización.
¿Qué implica la sentencia?
El fallo judicial consideraba injustificado y por lo tanto anulaba el traslado de la producción de Cuca a la planta que Garavilla tiene en O Grove y anulaba también el expediente de regulación de empleo. Esto significa que la empresa debería reabrir la planta de Vilaxoán y tendrá que asumir también los salarios de los trabajadores durante los aproximadamente seis meses en los que estuvo en vigor el ERE. Esa cantidad tendrá que ser devuelta a la Administración. Los trabajadores, por su parte, conservarían sus puestos en Vilaxoán y no habrían consumido un solo día de paro.
¿Podría Garavilla presentar una nueva propuesta de ERE?
Podría, pues le asiste el derecho a hacerlo, pero habida cuenta de que el juzgado ha determinado, en una sentencia además contundente, que no había motivo para el traslado a O Grove, parece aventurado pensar que pudiese plantearse un ERE extintivo.
¿Cabe recurrir a la negociación?
Tal como están las cosas parece que la solución debería pasar por la negociación entre la empresa y la plantilla de Vilaxoán. La compañía pone por delante las dificultades y las pérdidas que acarrearía un nuevo traslado, y el personal tiene a su favor la razón que el juzgado ha puesto en sus manos. La vía del diálogo parece la solución, aunque por el momento las diferencias entre ambas partes están enquistadas.