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Un paseo por la historia

marta valiña texto CARBALLO / LA VOZ

FIRMAS

Una de las salas del museo etnolúdico.
Una de las salas del museo etnolúdico. JOSE MANUEL CASAL

El Melga de Ponteceso permite conocer cómo evolucionó el juego y lo parecidos que son los niños de todas las épocas

29 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El duque de Baviera encargó para su hija, en el siglo XVI, la primera casa de muñecas de la que se tiene constancia. Durante el siglo XVIII se fabricaron los primeros caballos balancines y se extendieron por toda Europa los coches de juguete. En 1775 Johann Gottfried diseñó los primeros soldaditos de plomo (hizo 40 modelos diferentes) y Juan Spilsbury creó el primer rompecabezas en 1760. La primera mención a los dardos aparece recogida en el año 1314 y se sabe que el juego procede de Escandinavia, donde los vikingos se divertían arrojando lanzas a un blanco.

Datos, curiosidades, fechas... Entrar en el Museo Etnolódico de Galicia (Melga), inaugurado el viernes en Ponteceso, es como adentrarse en un enciclopedia del juego, de los juguetes y de los deportes. Permite realizar un paseo por la historia de la humanidad, porque, como explicaba el viernes el promotor del Melga, Ricardo Pérez y Verdes, «las manifestaciones lúdicas reflejan el alma de los pueblos. Son las almas que muestran la forma de relacionarse, de sentir, de expresarse, de entender y de vivir la vida misma». Entrar en el Melga permite adentrarse en la alma propia, adentrarse de nuevo en la infancia, viajar al pasado para reencontrarse con recuerdos que se creían olvidados y comprender que son muchos los vínculos que unen a las nuevas generaciones con sus antepasados. «El juego es el vínculo natural que une a todos los pueblos, a todas las civilizaciones, a todas las personas», resume Pérez y Verdes.

Y eso es precisamente lo que se encuentra en el Melga, vínculos. Con la infancia, con otros países, con la historia. Dos salas, una, para comprender la evolución histórica del juego y del deporte. La segunda, para conocer los juegos y deportes tradicionales de Galicia y de otras comunidades. En las dos, cientos de objetos que invitan a volver a la niñez.

Las vitrinas en las que se expone parte de la colección de Pérez y Verdes, apenas una quinta parte del total, se complementan con elaborados textos explicativos y pantallas táctiles, en los que el visitante puede obtener información adicional sobre los juguetes, juegos y material deportivo.

museo etnolúdico de galicia