
El restaurante ofrece nuevas tendencias sin renunciar al sabor gallego
18 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.No es preciso acudir al restaurante Masa de Nueva York, ni al Celler de Gerona para salir plenamente satisfecho de un suculento menú confeccionado con productos típicos de la costa gallega, como el que se ofrece diariamente en Casa Manolo de Caldebarcos, en Carnota. Una cocina selecta, un trato exquisito, una bodega excelente con 350 vinos de referencia en la carta, y la bondad de los pescados y mariscos procedentes de A Costa da Morte, que se ofrecen, confieren a este local un sitial único para satisfacer el paladar del comensal más refinado.
A mediados de los años 60, el matrimonio formado por María y Manuel González, decidieron abrir una taberna en Caldebarcos. En este local se expedía de todo, tanto se despachaban tazas de vino, como de surtía a los vecinos de víveres e incluso de útiles para la pesca. Después de los inicios como bar, algunos vecinos animaron a María de Albela -así se conoce a la iniciadora del negocio- a preparar algunos menús, en principio para las orquestas de las fiestas, y también para otras celebraciones.
El resultado fue excelente y pronto corrió el rumor de que en Casa Manolo se comía de maravilla. Comienza así un progresivo proceso de adaptación del local, y también la oferta de menús variados, aunque siempre primando la presencia de los productos marineros que llegaban a A Fonte Vella, a bordo de los barcos de la localidad.
La última remodelación del establecimiento se produjo en 1999, pero será ya a partir de esa fecha cuando el hijo de los fundadores, Manuel González y su esposa Elisa Rodríguez, se pongan al frente del local y le den al mismo un nuevo aire gastronómico.
El joven matrimonio, sin renunciar nunca a los orígenes culinarios del local ni al mino por los productos de la zona, incorporaron en el menú nuevas tendencias gastronómicas, dotaron al local de un selecto mobiliario, crearon una bodega única en la comarca y se decantaron por un trato familiar y muy próximo al comensal.
Pese a estas novedades, el gerente del restaurante afirma que no es caro comer en su establecimiento. El importe de muchos de los manjares que diariamente se ofrecen están condicionados por el precio de mercado. También tienen menús muy asequibles, entre los que figura uno muy demandado, que incluye zamburiñas, arroz con pulpo y marisco, postre casero y albariño, por 25 euros comensal. Luego existe variedad de mariscos y pescados, que inflarán la cuenta según las demandas de los clientes.
El envite de la crisis
La crisis afectó a todos, según afirma, Manuel González, y quizás más a locales como este, pero optaron por ajustar los precios sin que merme nunca la calidad, el servicio, ni la abundancia. «Renunciar a eso es morir. Nosotros preferimos subsistir manteniendo el criterio logrado a lo largo de tanto tiempo, y esperar tiempos mejores», afirma el hostelero.
El gerente de Casa Manolo no duda en reconocer que sus mejores clientes son los gallegos, pues «el comensal de esta tierra sabe lo que quiere, entiende de su calidad y no repara en pagar lo bueno». Por el contrario, a muchos de los clientes foráneos que cada año pasan por este local « les gusta probar, pero desconocen muchos sabores, y no siempre saben distinguir la calidad de lo que se les ofrece», manifiesta González.
Garantías sanitarias
La procedencia de los productos del mar que se sirven ahora en este local de Caldebarcos proceden íntegramente de las lonjas de Muros, Lira y Fisterra, y también de proveedores reconocidos de la comarca, pues ya no se pueden ofertar pescados y mariscos sin control. De esa forma existen garantías sanitarias y un amparo legal para la empresa y los clientes, a la vez que también se constata la bondad y procedencia de la mercancía.
Ofrecen un menú de zamburiñas, pulpo, postre y albariño por solo 25 euros
Todos los pescados y mariscos llegan de las lonjas de Muros, Lira y Fisterra