No todo en la provincia de Ourense son noticias negativas. Pese a lo complejo de la situación hay quien decide arriesgar para montar un negocio y, a sus 55 años, Luis Ferreiro Vila es todo un ejemplo de emprendedor. Hace poco más de puso en marcha en O Piñeiral, en las inmediaciones de la capital ourensana, una tienda de neumáticos, y esta no es su primera incursión en el mundo de los negocios. «Yo siempre ando metido en proyectos. El primero fue una productora de vídeo, en los años noventa, pero ese sistema dejó de utilizarse y tuve que cerrar», recuerda ahora.
Al mundo de los neumáticos llegó hace cuatro años, cuando en un viaje a Madrid tuvo un pinchazo. «Me hablaron de un sitio de ruedas de segunda mano y al acercarme, vi que había mucha gente, incluso colas». Y no se lo pensó dos veces. «Yo no sabía nada de ese sector pero me informé y poco tiempo después me compré un billete a Frankfurt y me vine a Ourense con un camión con 1.500 ruedas de segunda mano». Con ese material, puso en marcha una tienda en Internet. «Me fue muy bien», asegura, aunque ahora ha decidido montar una tienda de las de siempre, Eurorueda. Él mismo se encargó de una parte importante del montaje del local, «porque hay que ahorrar en lo que se pueda», y aún así le ha supuesto una inversión de unos 30.000 euros, para los que no ha tenido ayuda bancaria. «No te dan nada», advierte.
Y gracias a él dos talleres cercanos a su negocio también han visto incrementado su volumen de trabajo, ya que les encarga a ellos la colocación de las ruedas y llantas que vende, siempre tratando de ofertar precios competitivos. Reconoce Luis que emprender es un riesgo, que «a veces no duermo por las noches por el miedo», pero asegura que merece la pena arriesgar por una idea. «Si esto va mal, lo cierro y monto un bar», advierte. Uno de sus secretos, asegura, ha sido no haber pedido grandes cantidades de dinero a los bancos. «Hay que ir poco a poco, invirtiendo los ahorros y tratando de limitar los gastos todo lo que se pueda», recomienda.