Las vides más antiguas de Galicia, fotografiadas en retablos barrocos

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

FIRMAS

ROI FERNANDEZ

Un estudio del CSIC revela que los artistas copiaban modelos reales y que el albarello era la variedad de referencia en la Ribeira Sacra en el siglo XVII

15 jun 2014 . Actualizado a las 10:21 h.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) puso en práctica un original método para fijar la antigüedad de determinadas variedades de uva en Galicia. Mediante el estudio de un centenar de retablos barrocos de 54 iglesias, todas ellas situadas en zonas con tradición vitícola de Galicia y Asturias, identificaron reproducciones fidedignas de hojas y racimos de loureira, tinta castañal, albariño, albarello o brancellao, dona branca y palomino fino [esta última en un santuario asturiano]. El trabajo de los investigadores de la Misión Biológica de Galicia, publicado recientemente en la revista Economic Botany, viene a confirmar el arraigo del cultivo del albarello en la Ribeira Sacra.

«Si estas variedades estuvieron representadas en las columnas salomónicas de los retablos, las esculturas no solo constituyen obras de arte sino que también pueden representar registros ampelográficos de las vides que crecían en sus proximidades en los siglos XVII y XVIII», detalla el estudio del que se hace eco la publicación científica.

En la Ribera Sacra, la investigación se llevó a cabo en los retablos de las iglesias de Cadeiras y Pinol (Sober), y de los monasterios de San Vicente do Pino (Monforte de Lemos) y Santo Estevo de Ribas do Sil (Nogueira de Ramuín), ambos convertidos en la actualidad en paradores de turismo. En las columnas salomónicas de la iglesia de Pinol aparecieron, sin ningún género de duda, hojas y racimos de la variedad albarello. «En un número importante de retablos encontramos un alto nivel de precisión y fidelidad en las hojas y racimos representados respecto a los reales. En algunos casos fuimos capaces de identificar las variedades que suponíamos eran tradicionales y autóctonas de la zona vitícola en la que se ubica la iglesia estudiada», explica Carmen Martínez, jefa del grupo de viticultura de la Misión Biológica de Galicia.

Dudas vigentes

«En la bibliografía antigua hay nombres de variedades de vid, pero solo en algunos casos van acompañados de brevísimas descripciones. En el siglo XIX empiezan a aparecer descripciones más amplias, pero que se refieren a zonas muy concretas de España. El debate en torno a los orígenes y nombres de variedades antiguas sigue vigente y hay zonas vitícolas, como las de Galicia, en las que no se sabe con certeza si algunas de las viníferas que se cultivan son autóctonas o foráneas», dice la investigadora. El estudio sobre los retablos barrocos corrobora, por lo que respecta a la Ribeira Sacra, los datos incluidos por el científico Antonio Casares en la catalogación de vides de Galicia que se publicó en el año 1843, en la que señalaba que el albarello era «el vidueño más abundante en Galicia» y en particular en las ciñas de «Amandi, Lemos y Quiroga».