Castillo de Pambre empezó con las pruebas de dos tipos de queso

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

FIRMAS

OSCAR CELA

Las realizan en Alcázar de San Juan con leche procedente de A Ulloa

30 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El grupo García Baquero ya empezó a realizar pruebas de producto, con los moldes de Castillo de Pambre y leche de explotaciones de A Ulloa, para una reproducción más fiel de los quesos que fabricará en Palas. Las primeras las está realizando en su fábrica de Alcázar de San Juan.

A principios del mes de septiembre cuando haya finalizado la puesta a punto de la planta, trasladarán las pruebas a Palas. La empresa familiar, que creó Ersilio García Baquero en los años 60, pretende poner en marcha las instalaciones en la segunda quincena de septiembre. Arrancará poco a poco, en función de la acogida del producto en el mercado, con quesos de dos denominaciones de origen: Arzúa-Ulloa y Tetilla.

La planta de Palas arrancará con cinco empleados, tres de ellos de la antigua plantilla, con la previsión de recuperar los 15 empleos de Castillo de Pambre, a medida que sea necesaria la ampliación de personal para abastecer el mercado. En la comarca de A Ulloa se habían generado expectativas de empleo con la reapertura de la fábrica, que estuvo en concurso de acreedores antes de que la comprara García Baquero.

Señas de identidad

El grupo de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, está ya manteniendo contactos con las distribuidoras de cara a la comercialización de los quesos, que mantendrán la marca Castillo de Pambre, como seña de identidad de un producto realizado en Galicia, con leche de explotaciones de la comunidad autónoma.

La planta tiene capacidad para procesar 500 toneladas de queso al año. Sin embargo, por el momento, se desconoce cuándo podrá alcanzar la plena producción. La filosofía de los nuevos propietarios para Palas es la de ir creciendo sin prisas y sobre una base sólida.

Los nuevos dueños ya solicitaron la inscripción de la marca en los consejos reguladores de ambas denominaciones de origen: Arzúa-Ulloa y Tetilla.

La planta de Castillo de Pambre perteneció con anterioridad al grupo vasco Aldanondo, que se la compró al quesero francés Raymond G. Burnod, que llegó a Galicia en el año 1969 para trabajar para la compañía gala Groupe Bel, propietaria, entre otras marcas de La Vaca que Ríe.

Los orígenes de la actual Castillo de Pambre están en la fábrica que montó Burnod con otros dos socios en el año 1972.

Vicisitudes

La compra de la planta de Castillo de Pambre estuvo a punto de no llevarse a cabo como consecuencia de una reclamación de la Seguridad Social. Sus pretensiones fueron finalmente frenadas por la Audiencia Provincial, en plena fase de liquidación del concurso de acreedores.

Las instalaciones la visitó con anterioridad un representante de una firma asiática que pretendía montar una planta de leche en polvo. Desistió porque la planta no se adaptaban a sus pretensiones.