Jóvenes y sobradamente preparadas

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

Carmen Gómez y Aroa Freije participan en China en los Juegos Olímpicos de la Juventud

12 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No dejan de sonreír ni siquiera cuando se les cuestiona por la parte más ingrata de sus maratonianos entrenamientos. A ellas les entusiasma el deporte y esa es una de las claves que las ha llevado a convertirse en dos de las grandes promesas nacionales de sus respectivas disciplinas. Pese a ser dos adolescentes, Carmen Gómez (Pontevedra, 1997), en triatlón, y Aroa Freije (Lugo, 1998), en pentatlón moderno -natación, esgrima, hípica, carrera a pie y tiro-, ya acaparan titulares. De hecho, ayer estaba previsto que aterrizasen en China para participar en las segunda edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud, un evento planetario creado a imagen y semejanza de su hermano mayor y que disputan chicos entre 14 y 18 años. Para dos gallegas Nanjing significa la recompensa a una sobresaliente temporada en la que Carmen terminó quinta en el Europeo Júnior y Aroa se proclamó campeona continental en la categoría cadete. Pero las dos sueñan con más. No lo esconden. Algún día les gustaría estar en la ceremonia inaugural de unos Juegos absolutos. Esos que de momento les toca ver por la televisión.

«Mi primera meta es poder vivir una carrera en las Series Mundiales -las pruebas que deciden el título mundial en el triatlón y que en el cuadro masculino este año domina con puño de hierro el ferrolano Javier Gómez Noya-. Sería increíble poder participar en alguna», destaca Carmen Gómez, quien agrega con modestia: «Pero para eso aún me quedan muchísimas cosas que mejorar». Ella, como Gómez Noya, se adentró en el deporte en la piscina, consumiendo el tiempo a base de largos, virajes y más largos. Seguía la senda de su hermana Bea Gómez Cortés, la mejor nadadora gallega de todos los tiempos y olímpica en Londres hace dos años. Sin embargo, cuando salían a correr para escapar de la monotonía del cloro, su entrenador vio que tenía ángel para las zancadas y le recomendó que probase el triatlón. En un suspiro su progresión fue meteórica. De golpe, se hizo habitual de los primeros puestos. Y se presentó al mundo en Kitzbühel a finales de junio. En la localidad austríaca, enclavada en el corazón de los Alpes, tenía lugar el Campeonato de Europa Júnior, que se celebra en la distancia esprint -750 metros a nado, 20 kilómetros en bici y los últimos cinco de carrera pedestre-. Todavía cadete, Carmen resistió en el grupo de cabeza durante todo el recorrido y terminó en un sorprendente quinto puesto. Su pasaporte para China ya estaba sellado.

«No me lo esperaba. Sabía que estaba entrenando bien -se ejercita a diario bajo las órdenes de Jonathan Cancela en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva-, pero pensé que estaría más lejos de las primeras», reconoce la triatleta, que ahora se afana en pulir su habilidad sobre las dos ruedas. «Es el último deporte que empecé a practicar y al principio me costaba bastante. Ahora ya lo tengo más dominado y tengo que seguir perfeccionando la carrera a pie», señala la pontevedresa.

Escapando de la rutina

La historia de Aroa Freije se asemeja a la de su compañera de viaje al gigante asiático. Ella también se inició en un deporte, en su caso el triatlón, y desembocó en otro o, mejor dicho, en un compendio de cinco: el pentatlón moderno. «Tener la posibilidad de cambiar de deporte a la hora de entrenar es lo que más me gusta. Romper la rutina se agradece», comenta la lucense, que hace apenas unos días se proclamó campeona de Europa cadete. Estos días, durante su estancia en Nanjing, donde se encontrará con aproximadamente 3.000 jóvenes de todos los puntos de la Tierra, será más complicado acceder al cajón de honor. «Hay muchísimo nivel y como aún tengo 15 -cumplirá 16 en noviembre- años me enfrentaré a chicas bastante más mayores que yo, pero voy sin presión, a hacerlo lo mejor posible. Sé que es una experiencia única», asegura Aroa, que admite que la esgrima es su flanco débil y el que afina con mimo con la ayuda de su preparadora, Ruth Ballesteros. «Requiere mucha técnica y años para dominarla. Hay que tener paciencia para que los entrenamientos den sus frutos».

Por el momento, tanto Carmen como Aroa ya han iniciado su aventura olímpica y tal vez en el futuro consigan un hueco en la historia de Galicia como medallistas en unos Juegos.