«Las mujeres maltratadas tienen que luchar para salir»

Margarita Mosteiro Miguel
marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

FIRMAS

SANDRA ALONSO

La escritora afincada en Santiago desde la infancia describe en su novela la lucha de su protagonista por huir de la violencia machista

12 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Cristina Brocos nació en Asturias, pero con 11 años se traslado a vivir a Santiago con su familia. Cursó estudios en el IES Rosalía de Castro y sigue residiendo en Compostela a caballo con Portocubelo, una pequeña aldea de Carnota. En la localidad de la Costa da Morte, donde nació su madre, disfruta de su «gran pasión. Siempre digo que no soy escritora, sino maestra de escuela, de educación infantil».

-¿Qué la llevó a ponerse delante de un teclado para escribir «Mi querido zar»?

-Cuando leí Cincuenta sombras de Grey me decidí a escribir porque despertaron en mi esa necesidad. Todo empezó hace dos años y, con total sinceridad, estoy emocionada y sorprendida por todo lo que está ocurriendo. Ver mi novela junto a este superventas es un sueño.

-La protagonista de su novela, Cristina, vive un apasionado romance que empieza por su necesidad de huir.

-Ella vive una situación terrible que la tiene atrapada en una rueda sin aparente salida. En un momento de la novela, Cristina dice que está en su casa como en una cárcel mientras él, su maltratador, se pasea libremente por la calle. Es una novela romántica, con toques de erotismo, pero también divertida.

-Cristina huye, ¿es la solución?

-No se cuál es la solución a los malos tratos, pero desde luego hay que tener esperanza. Lo que quiero transmitir en la novela es que hay que luchar por salir, que se puede salir y que es necesario tener esperanza. No es fácil, es extremadamente difícil. Es complicado, requiere mucha fuerza de voluntad, pero hay esperanza. Las mujeres no pueden ocultarse, ni ocultar lo que ocurre.

-¿Qué papel tiene la educación en este problema?

-En algunos casos, lo vimos en la última muerte, las mujeres no denuncian los malos tratos por vergüenza, pero los que tienen que sentir vergüenza son ellos. En el maltrato, que existió, existe y seguirá existiendo, la educación es fundamental.

-¿Usted, como maestra, cree que se hace lo suficiente?

-La principal herramienta de la educación en valores es el maestro, que ante todo es educador. La tolerancia, la solidaridad y el respeto tiene que estar en el día a día de la clase.

Cristina Brocos autora de «Mi Querido Zar»