Un asalto a las 04:49 horas en Marcelo Macías

La Voz

FIRMAS

26 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Aunque el bolso de la menor y su teléfono no han aparecido, como tampoco la navaja que supuestamente empleó el acusado para amenazar a la chica, la acusación particular fijó el momento del asalto en las 04:49:30 de la madrugada del 15 de julio del 2012. Obtiene ese dato del registro de llamadas telefónicas.

La menor iba hablando con uno de los amigos con quien, juntamente con otros, horas antes había estado de cena y jugando a la PlayStation. Fue el chico quien se percató de lo que ocurría cuando se cortó la comunicación. Escuchó las amenazas y como la llevaban en un coche. Tan claro lo vio, según enfatizaron las acusaciones, que el chico despertó a su madre a aquella hora de la madrugada para pedirle su teléfono, avisar a los demás amigos, salir todos ellos a buscar a la víctima y alertar a continuación a la madre, que denunció la situación ante la Guardia Civil.

Mantuvo la defensa la tesis del sexo consentido y pagado, que el acusado encontró a la chica en la avenida de Marcelo Macías, convinieron un precio de 200 euros, la llevó hasta Portugal y al día siguiente regresaron y la dejó en Valença do Minho, donde le entregó el dinero. Las acusaciones ven fiable la versión inculpatoria y todos los detalles que rodean el caso. El testimonio de los amigos, los cambios en las declaración de la chica por miedo y, entre otras cosas, la aportación de la policía judicial portuguesa, que apunta entre otras cosas a que la expareja del acusado pidió a la madre de Joaquín Manuel que se deshiciera de las toallas y demás elementos incriminatorios que pudieran haber quedado en el alpendre donde supuestamente se produjeron las agresiones sexuales.

La defensa del acusado, dirigida por José Luis Carnicero, llamó la atención sobre el hecho de que en el camino de regreso a Valença do Miño desde la casa donde se había producido la supuesta agresión tuvo la menor ocasión de denunciar lo ocurrido. Primero, cuando pararon en una gasolinera y ella fue al baño. Después, cuando encontraron un accidente de tráfico en la carretera, donde había policía portuguesa. Que hubiera decidido ir a Vigo, sin parar a denunciar el hecho, es algo que la defensa del acusado también subraya.

Para las acusaciones pública y privada es determinante el testimonio del chico que hablaba con la menor cuando se produjo su rapto. Rechazó tal valor el defensor, pues, en su opinión, el joven se bloqueó cuando le hacía preguntas la fiscal, pero contestó de forma mecánica a las interrogantes del acusador particular.