La literatura se mira en el espejo de los pioneros de la fotografía

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

FIRMAS

«El rostro de las letras» reúne 250 retratos de escritores de dos siglos

04 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

En Cien años de soledad, el coronel Buendía se sitúa ante la cámara para luego verse plasmado «en una edad eterna sobre una lámina de metal tornasol», el daguerrotipo. Gabriel García Márquez no es uno de los escritores incluido en El rostro de las letras, pero sí son numerosos sus colegas que han sido inmortalizados sobre papel fotográfico. La muestra, que se puede visitar hasta enero en la Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid, forma parte de las actividades conmemorativas del tercer centenario de la Real Academia Española, y tiene en los escritores, desde el Romanticismo a la Generación del 14, a sus protagonistas.

Así, traza un recorrido literario que va desde el siglo XIX a mediados del XX en el que figuran todos los grandes nombres de las letras en castellano, catalán y gallego: de Bécquer a Castelao, de Azorín a Unamuno, de Baroja a los hermanos Machado. Es una visión canónica de los autores que han quedado fijados en la historia, retratados en una amplia variedad de situaciones, desde las tertulias de café a la intimidad de sus hogares. A su vez, también propone una historia de la fotografía en España durante ese período, en la que están representados clásicos como Alfonso, Moreno o Marín, que permiten seguir una evolución técnica y estilística de su profesión.

Una tercera lectura es la que nace de las intersecciones entre literatura y fotografía. El comisario de la muestra, Publio López Mondéjar, detalla cómo de la sorpresa inicial con la llegada de la fotografía los escritores pasaron a dejarse influir por las técnicas naturalistas que propiciaba la cámara: algunos de ellos, como Gaultier o Eça de Queiroz, fueron consumados fotógrafos.

Además, el retrato cautivó muy pronto a los escritores. Emilia Pardo Bazán era una gran aficionada, lo que explica el buen número de fotografías suyas incluidas en la exposición; la condesa también gustaba de intercambiarlos. Junto a ella, comparten protagonismo otros gallegos como Rosalía de Castro, Murguía Valle-Inclán, Eduardo Pondal o Castelao, con su célebre retrato por Pacheco. Mención aparte merece José Suárez, con su conocida fotografía de Unamuno, con el río Tormes y los campos salmantinos al fondo: un clásico del retrato del autor en su contexto.