El alero balear, que jugó en los dos equipos, subraya la «pasión por el baloncesto» en Santiago y Lugo
24 mar 2022 . Actualizado a las 16:31 h.Pirulo, Alfredo Domingo, José Ramón Lete, Andrés Caso, Armando... La lista de jugadores que vistieron la camiseta del Obradoiro y el Breogán es larga. Y el último en esa relación de nombres propios es Alberto Corbacho.
El alero balear llegó a Sar tras dos temporadas en el Pazo dos Deportes como uno de los grandes especialistas en el tiro desde detrás de la línea de 6,75 metros. A las órdenes de Moncho Fernández acreditó la fama que le precedía. Fue pieza clave en el ascenso y nadie ha firmado tantos triples con la camiseta santiaguesa en la máxima categoría: 441.
Alberto Corbacho guarda buen recuerdo de su paso por ambos clubes y al echar la vista atrás lo primero que resalta es que «Santiago y Lugo son dos ciudades de baloncesto, viven este deporte con pasión».
Observa que el Breogán ha sabido aprovechar sus mejores etapas en la ACB para asentar y fidelizar una masa social que se identifica mucho con el club. El Obradoiro, que se vio en la élite tras una larguísima batalla judicial, «ha sabido atraer a una gran afición, también muy fiel». Igualmente apunta que son dos hinchadas que saben llevar en volandas a los jugadores, y que la lucense le recuerda a la de Zaragoza en cuanto al alto nivel de exigencia que traslada al equipo a la hora de pedir resultados.
El alero vivió los derbis del 2010 en la LEB, en la fase regular y el play off: «Son partidos especiales, y más en casos como el mío, cuando te enfrentas a un equipo en el que has estado. Creo que para Galicia fue muy bonita aquella lucha por el ascenso. Y ahora el mérito es todavía mayor. Para Galicia es un privilegio tener dos equipos en la élite. Ojalá que sigan y que se sumen más».
Lo que tiene claro es que «un derbi siempre es un paréntesis en la Liga, dan igual las dinámicas. Es un partido único».
Observa que «el Breogán tiene ya la temporada prácticamente hecha y todo lo que consiga es a mayores. Para el Obradoiro es un partido más trascendente, pero no definitivo. Hay una pomada con muchos equipos luchando por la permanencia y cada partido tiene un gran valor».
Señala que en la primera vuelta «el Obra encontró la llave para romper la defensa del Breo y contó con el apoyo de Sar. Ahora será el Pazo el que empuje. El Breogán intentará imponer un ritmo alto, se encuentra cómodo cuando puede correr en transiciones, con mucha intensidad atrás. Al Obradoiro le interesará seguir con su línea, con sus métodos, marcar otro tipo de ritmo».