El duelo entre el pívot breoganista y Dubljevic es uno de los mayores atractivos del partido ante el Valencia en el Pazo
07 nov 2022 . Actualizado a las 00:07 h.La séptima jornada de la Liga Endesa se completa este domingo con un partido que promete emociones fuertes en Lugo (20.00 horas. Movistar Deportes). En plena efervescencia, el modesto Río Breogán sufre la amenaza de un Valencia con la chequera siempre a mano y que todavía no ha encontrado su verdadero sitio en la clasificación. Son muchos los atractivos que encierra el duelo y entre todos destaca el cara a cara entre los dos mejores reboteadores de la competición: el breoganista Ethan Happ (Illinois, 1996) y el taronja Bojan Dubljevic. El pívot local se declara preparado para ganar su pulso particular en un partido en el que da por sentado que la entusiasta afición del Pazo volverá a empujar con todas sus fuerzas.
—Dos victorias seguidas, recital en Manresa, cuartos en la clasificación... Si algo les sobra para ganar este encuentro es moral y confianza.
—Si algo distingue a este equipo es que la moral y los ánimos están siempre a tope, se gane o se pierda. Tenemos una enorme confianza unos en otros y se eso se ve reflejado en cada entrenamiento y en cada partido.
—Su pulso con Dubljevic promete. ¿Preparado?
—Hay grandes pívots en la ACB y Bojan [Dubljevic] es uno de ellos, por supuesto. En todos los partidos estoy muy emocionado por enfrentarme a los mejores jugadores de Europa y este no va a ser menos. ¿Preparado? Sí, como todo el equipo.
—Parte de la afición cree que a este Breogán le falta un pívot alto y más físico que los que tiene. ¿Está de acuerdo?
—Respeto la opinión de todos los aficionados, pero respeto más las de los entrenadores y los dirigentes que han elaborado esta plantilla. Tenemos cualidades diferentes a las de otros equipos y estamos demostrando que nuestro juego interior es fiable.
—Arteaga, Brajkovic o Kasibabu. ¿Con cuál de sus compañeros en la pintura se compenetra mejor?
—Con todos es fácil jugar, aunque con Víctor [Arteaga] tengo una conexión mejor.
—No hay duda de que la referencia es Happ. ¿Contaba con este liderazgo?
—Sí, cuando llegué ya sabía que iba a tener un papel más o menos destacado, pero lo que más me importa y más destacaría es la buena relación que tengo con todos los compañeros, con los entrenadores y con toda la gente del club. Estoy feliz de estar en el Breogán y en Lugo.
—Su período de adaptación ha sido fugaz.
—Las claves han sido que los entrenadores me colocaron en el lugar adecuado para explotar mis virtudes y que mis compañeros son buenos. Así fue más fácil.
—¿Qué me dice del ambiente del Pazo?
—No me lo creía hasta que pude vivirlo. Es increíble su manera de animar y de apoyar, sobre todo cuando el equipo pasa por malos momentos. No creo que en toda Europa haya una afición mejor que la nuestra. Es un placer jugar aquí.
—¿La figura de Veljko Mrsic es tan fundamental como parece?
—Tiene un gran impacto sobre todos nosotros. Es clave en nuestro buen rendimiento.
—Destacó en la NCAA, en Italia, en la Bundesliga... No le faltarían ofertas. ¿Por qué se decantó por la del Breogán?
—Me comprometí muy pronto porque tanto Veljko como los dirigentes me prometieron que tratarían de construir un equipo para desplegar el juego más favorable para mis características. Y lo han cumplido.
—¿A qué rival está deseando enfrentarse?
—A David Walker, que está en el Obradoiro y fue compañero mío en el Riesen Ludwigsburg la temporada pasada. También a Gasol, Tavares, Yabusele...
«¿Una comida? Cualquiera mexicana. ¿Una bebida? Café solo y sin azúcar»
Una vez terminado su período de formación en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, donde fue varias veces condecorado, el pívot breoganista estuvo enrolado en el Olimpiakós, el Vanoli Cremona, el Fortitudo, el Dinamo Sassari y el Riesen Ludwigsburg antes de desembarcar en Lugo.
—Con 2,08, intuyo que fue la estatura lo que le llevó al baloncesto.
—No exactamente. Era alto, pero tampoco destacaba sobre el resto por la estatura. De hecho, cuando tenía 14 o 15 años jugaba de base, lo que pasa es que crecí unos 8 o 9 centímetro en un año y ya pasé a jugar de pívot.
—Esta temporada se le vio por el Ángel Carro. ¿Le gusta el fútbol?
—Me parecía una buena experiencia ir a ver en directo al equipo de fútbol de la ciudad. Me gustó y además le traje suerte al Lugo porque ganaron 2-0, ja, ja, ja.
—¿Con quién vive en Lugo?
—Con mi novia.
—¿Es bueno en la cocina?
—Cocino lo básico, sé hacer platos muy simples, pero mi novia sí es una buena cocinera.
—¿Cuál es su plato preferido?
—Cualquiera de la comida mexicana.
—¿El pulpo?
—Bueno... Me gusta, aunque tampoco me entusiasma. A mi novia le encanta.
—Una bebida.
—El café solo y sin azúcar.
—¿Cuáles fueron las primeras palabras que aprendió en castellano?
—Hola, buenos días... Ah, y tortilla.
—¿Y conoce alguna en gallego?
—De momento no.
—La última. ¿Le gustan las entrevistas?
—No me gustan mucho, aunque esta sí me ha gustado. Me ha parecido muy amena.