
El ex combo del Breogán está cedido por el Barça en Palencia, rival de los lucenses hoy
21 oct 2023 . Actualizado a las 12:02 h.Agustín Ubal Agostini (Montevideo, 2003) jugó en el Breogán desde marzo en la liga 2021-2022. Destacó en partidos como contra el Barça en el Pazo. El exterior uruguayo, después de una cesión la temporada pasada en Bilbao Basket, recibe hoy al Breogán con su Palencia (18 horas, Movistar Deportes 2).
—¿Cómo está su equipo para este partido contra el Breogán?
—Es un partido importante para nosotros porque venimos de una racha, digamos, de derrotas. Hay que jugar bien. El Breogán es un equipo muy duro. Todos sabemos de la garra que tiene Breogán, siempre juegan bien al baloncesto. Es un rival muy complicado. Vienen de ganar en Champions League. También es un partido importante para ellos porque vienen de varias derrotas. Va a ser un partido muy interesante y muy lindo de vivir.
—¿Cómo valora el juego de su equipo?
—En base a los últimos cinco partidos, hemos jugado bien al básquet. No tuvimos fortuna. Obviamente, tuvimos errores, pero la suerte no estuvo de nuestro lado. En dos o tres partidos tuvimos pelota para ganar o empatar el partido. Venimos de cumplir los planes que nos pide Marco (Justo), debemos seguir en esta línea porque hemos competido a equipos grandes como el Barcelona y luchado hasta el final contra Manresa en su cancha, que es de las más difíciles de la ACB. Estamos en buena línea.
—¿Qué le pide Marco Justo, su actual primer entrenador, a nivel individual?
—La verdad es que yo no estoy teniendo muchos minutos. Cada que vez que entro en la pista intento dar lo máximo de mí. Eso es lo que me pide, que trate de dar energía. Soy joven, sé que son momentos que los jóvenes viven: no jugar mucho o jugar mucho y tener que rendir. Yo sabía a lo que venía.
—¿Cómo recuerda su etapa en el Breogán?
—El Breo fue mi primera experiencia en ACB o una de mis dos primeras experiencias en ACB. Siempre voy a recordar cómo me trataron los meses que estuve en el club. Los llevo en el corazón desde ese momento. Recuerdo la gente, recuerdos las calles, cómo nos apoyaban en la pista. La gente del club se portó maravillosamente conmigo. Lo recuerdo con mucho afecto y va a ser lindo jugar contra ellos.
—¿Qué opinión tiene del actual equipo del Breogán?
—Desafortunadamente, ahora han tenido lesiones. Eso les impidió desarrollar su juego al máximo. Es un equipo que juega con lo que tiene, juega bien y compite hasta el final. Mrsic es un entrenador que exige mucho y obviamente nunca van a jugar un partido relajado con él. Tienen altura en las líneas exteriores, pueden cambiar con los cincos. Es un equipo muy, muy defensivo. Tiene sus virtudes adelante, pero hace un buen trabajo detrás.
—¿Qué destacaría de sus ex compañeros Erik y Sergi Quintela?
—Erik y Sergi, junto con Iván Cruz, fueron los que me ayudaron a incorporarme al equipo. Entonces, viví varios momentos con ellos. Son muy buenas personas. Como jugadores, son tipos aguerridos que van a todas a morir. Erik está teniendo ahora más minutos. Sergi siempre ha jugado y ha jugado bien. Va a ser bueno si me toca compartir pista con ellos, volverme a medir. Ya lo hice el año pasado en Bilbao y fue un lindo partido.
—¿Cómo era Veljko Mrsic con usted?
—Veljko es un entrenador muy duro, es exigente. Cada vez que perdemos trata de ser muy detallista con los errores. A mí me dejó buenas experiencias. Es totalmente diferente a lo que he tenido. Fue una buena primera impresión para poder adaptarme a lo que son los entrenadores y cómo se manejan los equipos. Veljko lo está haciendo muy bien en el Breogán y, si sigue así, va a estar muchos años en Lugo.
—¿Sintió cierta decepción en el Breogán al no contar con excesivos minutos? Recuerdo que en su presentación dijo que quería seguir la siguiente temporada.
—No, al principio no tuve minutos, pero al final fui entrando más y más. Lugo a mí me marcó mucho a nivel personal y a nivel deportivo porque fue mi primera experiencia en la liga con dieciocho años. Uno quizás piensa que está totalmente preparado y no es así. Para mí, fue un jarro de agua para ver lo que me toca mejorar, para ponerme a punto para competir en la liga. En Bilbao después me dieron la oportunidad, cumplí bien, los minutos que jugué estuve bien a final de temporada. Ahora me toca esperar. Cuando me digan que salte a la cancha, voy a jugar como siempre juego: con desparpajo y con ganas de aportar.
—¿Cómo está Iván Cruz, ex compañero suyo en Breogán y actual compañero en Palencia, tanto a nivel físico como anímico de su grave lesión?
—Iván va mejorando mucho, muy rápido, creo que ahora ya ha empezado a caminar. Es una lesión muy jodida. Así es el deporte. Lo veo muy fuerte de cabeza para la situación que es. Está presente en todo momento con el equipo.
—Usted puede jugar como base y como escolta. En su presentación en Lugo dijo que quería incluso ganar músculo para jugar al tres. ¿Cómo analiza su evolución y su situación en las tres posiciones exteriores?
—Desde esa temporada, han pasado casi dos años y he sumado mucha masa muscular. Cambié mucho mi físico. Mejoré en cuanto a rapidez y explosividad. Yo creo que puedo jugar en las tres posiciones. Ahora estoy jugando todo el tiempo de base. Cuando voy con la selección, juego al dos, voy al tres. Como tengo a Bruno Fitipaldo en la selección, me toca moverme en esas tres posiciones. Soy un tipo que me adapto rápido a las situaciones, me adapto rápido al rol que me toca. Me sigo preparando a nivel de físico, de tiro, de defensa, que la defensa es importante. Me voy preparando poco a poco a mi objetivo, que es ser un jugador polivalente y poder ir a las tres posiciones.
—¿Cómo recuerda su debut con el Barça en ACB en Sevilla y en Villeurbanne en Euroliga?
—Fueron los dos mejores momentos de mi carrera. Fue algo hermoso de recordar. Es a lo que aspiraba de chico: debutar con un club como el Barça, uno de los mejores equipos de Europa. En mi cabeza sigue estando querer jugar en el Barça y ser jugador de la plantilla del Barça. Cuando he estado fuera del club siempre quise volver. Yo trabajo para volver. Siempre querré estar en el Barça, que me lo dio todo cuando llegué a España.
—¿Cómo fueron las pretemporadas con Sarunas Jasikevicius y esta última con Roger Grimau en el Barça?
—Las recuerdo muy duras. Esta última la pude llevar mejor. Con Saras fue con mucha carga de trabajo.
—¿Cómo es Sarunas Jasikevicius de cerca?
—Me dejó muchísimas cosas, aprieta muchísimo y a mí me gustan los entrenadores que aprietan. Me enseñó muchísimo. Él es muy detallista. Si te equivocas, te lo dice y eso lo valoro mucho. También me aportó a nivel de ética de trabajo.
—¿Qué jugadores del Barça le han marcado? Álex Abrines y Nico Laprovittola me hablaron muy bien de usted.
—Nico Laprovittola es un fenómeno. Es una gran persona y conmigo siempre se ha portado muy bien. Desde mi primera vez en el vestuario siempre hubo más afinidad porque él es argentino y yo soy uruguayo. Siempre me llevé bien con todos los jugadores, pero Lapro fue el que más me arropó. Yo le pedí su camiseta y él me la regaló. Me regaló la camiseta de la AmeriCup y fue un regalo increíble para mí. Es un jugador que sigo mucho. Me encanta cómo juego. Álex (Abrines) también es un crack conmigo, siempre que necesité algo estuvo para mí. Y, después, casi todos los españoles. Recuerdo a Sergi Martínez, Oriol Paulí o Pierre Oriola en su momento. Me hacían sentir como uno más. Niko Mirotic también me ayudó mucho, me dio muchos consejos. Agradezco mucho cómo me trataron.