El base y capitán del Río Breogán espera el nuevo curso con el único objetivo de «dar el máximo cada día»
12 jul 2024 . Actualizado a las 04:29 h.Sin su hermano Sergi en el equipo, Erik Quintela (Lugo, 1991) asumirá en solitario la capitanía y el liderazgo en el vestuario del Río Breogán, donde cumplirá su quinta temporada consecutiva. El base lucense disfruta estos días de unas vacaciones con la familia en autocaravana a la espera de volver a vestirse de corto y empezar el período de rodaje de cara a otro curso en la ACB, en el que Breogán volverá a marcar la permanencia como destino de su travesía.
—¿Tiene ganas de volver a la faena?
—Un poco sí y un poco no, vamos a decirlo así. De vacaciones se está bien, tienes libertad para hacer lo que quieras, y durante la temporada ya tienes que adaptarte a las obligaciones y disfrutas de menos tiempo libre.
—¿Cada año cuesta más?
—Cuando yo tenía 20 años y me decían los veteranos ‘ya verás cuando llegues a mi edad’, me parecían unos cascarrabias, pero ahora estoy comprobando que es verdad, ja,ja,ja.
—Como cada temporada, tendrá muchos compañeros nuevos.
—Excepto yo, Nakic y Sakho, todo el equipo será nuevo. Esto es algo normal en los equipos modestos. Habrá que adaptarse a ellos e intentar que ellos se adapten al club lo antes posible.
—¿Qué le parece la plantilla que se está confeccionando?
—Desconozco el nivel de la mayoría de los fichajes y tampoco he tenido tiempo de mirar mucho sobre ellos. Más allá de que sean buenos o malos, que seguramente serán buenos, lo más importante es que adapten bien y rápido. Si un jugador se aclimata bien al equipo, a la ciudad y a los compañeros rinde mucho más y es mejor de lo que parece por sus características.
—A falta de algún refuerzo más, parece que Charlie Moore será el «jugón» del nuevo Breo.
—Tiene pinta. Ojalá que desde el principio se adapte bien, asuma esos galones y sea el líder en la pista que vamos a necesitar.
—Y como cada verano, no faltan las voces que cuestionan la política de fichajes. ¿No le parece un poco injusto juzgar tan a la ligera, sin saber qué rendimiento van a dar los nuevos?
—Tenemos una cosa muy buena en Lugo, y es que a muchísima gente le importa el Breogán. Y todo el mundo quiere opinar, algunos para bien y otros para mal, y estar involucrado en el día a día.
—Han sufrido bajas importantes y algunas de ellas imprevistas, como la de su hermano Sergi. ¿Lo cogió por sorpresa?
—No, no me sorprendió porque sabía desde hace tiempo que no estaba muy a gusto y que se estaba planteando cerrar esta etapa. Aun sabiéndolo, en el momento que tomó la decisión y publicó la carta de despedida no pude evitar alguna lagrimilla. Dice adiós a la que fue su casa durante ocho años como jugador y toda la vida como aficionado. Ha sido un momento duro.
—¿Acusará su ausencia?
—Voy a echar mucho de menos a Sergi, como hermano y como compañero. El equipo pierde un líder en el vestuario y un jugador de raza y carácter en la pista.
—¿Le pidió consejo cuando se decidía?
—No. Primero, porque él sabía que yo no le iba a decir que se quedara sin estar a gusto; y segundo, porque no quería ponerme en el aprieto de ser parte en una decisión tan trascendental.
—Leí que podría fichar por el Bilbao, incluso por el Obradoiro, y parece que finalmente volverá a Lleida.
—Sinceramente, hablo muy poco con él de esas cosas. Lo que sí sé es que quiere seguir en la ACB porque le ha costado mucho llegar. Lo veré pronto y le preguntaré a dónde se va.
—El breoganismo tampoco las tenías todas consigo en torno a su futuro. ¿Contempló dejar el Breogán?
—Cuando se te presentan opciones de salir es normal que se contemplen y se piensen. Por el momento en el que estoy en mi carrera y en mi vida, la opción más sensata era seguir en Lugo. Para el club también es bueno que, al irse Sergi, por lo menos siga yo para conservar el nexo entre el club y los nuevos para que se adapten lo antes posible.
«No deseaba el descenso del Obradoiro, ojalá vuelva pronto a la ACB»
«Dar lo máximo cada día para ser mejor jugador y ayudar al equipo». Es el único propósito que se marca Erik Quintela en su quinta campaña consecutiva como breoganista.
—¿Presume una liga más dura y exigente que la anterior?
—Uf, más dura que la última me parece imposible. Habrá que esperar a ver cómo se acaban de reforzar los equipos y también hay que tener muy en cuenta las dinámicas. Habrá equipos cuya trayectoria no será la esperada.
—Este año no habrá derbis con el Monbus Obradoiro. Se echarán de menos.
—Por supuesto. No deseaba el descenso del Obradoiro. Hay pocas cosas más bonitas en el deporte que el vivir una rivalidad de manera sana. Que el Obradoiro siguiera en la ACB no solo sería bueno para el Breogán, por esos derbis tan especiales, sino también para el baloncesto gallego. Ojalá vuelva pronto.
—No será lo mismo jugar contra el Leyma Coruña, ¿no cree?
—De primeras claro que no. Con el Obradoiro tenemos una rivalidad que viene de mucho tiempo atrás. Ahora con el Leyma empezaremos con los típicos piques que ojalá se mantengan en el tiempo durante muchos años. Y ojalá la próxima temporada se sume también el Obradoiro porque los derbis son una gozada tanto para los jugadores como para los aficionados. Jugar ante los grandes u otros equipos está bien, pero jugar un derbi es lo mejor que hay.