Escribir de un partido de liga profesional de baloncesto, de la mejor liga doméstica europea en el que solo ha habido competitividad en el primer cuarto, en el que Río Breogán se mantuvo a duras penas gracias a su acierto en el tiro exterior que maquillaba la serie de aciertos del equipo maño, en el que anotaron 6 triples liberados y queal descanso se llega con un diferencial de 12 a 27 en el total de rebotes, es arduo complicado. Si no les importa omito los dos últimos cuartos para centrarme en la búsqueda de soluciones necesarias en un equipo desconocido en la faceta defensiva y carente de soluciones en el juego ofensivo, donde el lastre de un inexistente juego dentro-fuera hace peor al juego exterior celeste al que podemos añadir las 22 pérdidas de balón por 9 recuperaciones, mientras que los zaragozanos sufren 13 pérdidas pero consiguen 15 robos de balón . Todos estos mimbres arrojan unos porcentajes de un 43,2% en tiros de dos puntos y de un 33,1% en tiros de 3 en el porcentaje general, y en esta jornada de un 39 % en tiros de 2 y de un casi bochornoso 18 % (4/22) en triples.
Es preciso poner en valor que el Casademont Zaragoza ha logrado ante su afición su mayor victoria en Liga Endesa (+58) y la tercera mayor de un equipo en el histórico de la competición ACB desde su fundación el 11 de septiembre de 1983.
Este Breo deja muchas dudas. La inexperiencia en ACB de la gran mayor parte del plantel breoganista, a preocupación máxima por el aspecto emocional muy tocado de esta plantilla y el poco bagaje anotador en una liga donde por debajo de 80 puntos no es factible la victoria.
Toca remar hacia el océano, porque sin duda en el Pabellón Príncipe Felipe se ha tocado fondo y por historia, afición y sentimientos este equipo tiene y debe de levantarse inminentemente . La competición no entiende de más plazos de adaptación y conjunción Jueves, Tenerife; y domingo, Barcelona.