Darrun Hilliard: «Por su carácter y su experiencia, el fichaje de Casimiro era necesario»

Con Charlie Moore convaleciente por una grave lesión de rodilla, Darrun Hilliard (Belén, Pensilvania, 1993) asume más galones en el Río Breogán. Tiene experiencia y talento, y de ganas y fuerzas también va sobrado para soportar la carga extra de liderazgo y para repetir actuaciones como la de la pasada jornada en Andorra, donde acabó con 28 puntos y 35 créditos de valoración.

—¿Trabaja uno con más ansías y otra actitud después de una actuación tan brillante?

—No le doy demasiada importancia a mis números, puedes preguntarle a todos los entrenadores que he tenido. Trato de trabajar cada día con la misma actitud y con la misma intensidad. No me afecta para nada en el trabajo diario que haya jugado mejor o peor.

—¿Recuerda algún partido que llevara 21 puntos al descanso y que acabara sin fallos en los triples?

—No fui consciente en ningún momento de los puntos que llevaba o si había metido todos los triples. Toda mi atención estaba puesta en el equipo, en ayudar al Breogán a conseguir la victoria. Evidentemente, estoy contento por mis números, fue un partido especial, pero mucho más importante fue el triunfo en un ambiente tan duro como el de Andorra.

—Musa le arrebató el MVP de la jornada en el último momento y para el breoganismo fue un consuelo que hubiera sido el madridista. En Lugo todavía es un ídolo.

—No pasa nada. Que nadie se preocupe, conseguiré el MVP en otro momento.

—El Breogán exhibió un alto nivel de juego en tres cuartos, quizás el más alto desde que comenzó el campeonato.

—Si no fue el más alto, seguro que estuvimos cerca. Tenemos que ser más consistentes. Estamos mejorando y avanzando hasta ese punto en el que conseguiremos jugar un partido entero a un nivel tan alto.

—¿Qué explicación le encuentra al último cuarto? ¿Fue más mérito del Andorra o demérito del Breo?

—Un poco de las dos cosas. En nuestro caso pudo haber exceso de relajación o mirar demasiado al marcador. Con la experiencia de este partido, seguro que la próxima vez que estemos en la misma situación continuaremos haciendo lo que nos llevó a tener tanta ventaja.

—¿Siente que la baja de Moore lo carga con más responsabilidad?

—Todos somos profesionales y el baloncesto es un juego de equipo. Charlie [Moore] es un gran jugador y lo echamos mucho de menos, pero lo llevamos de forma muy natural.

—¿Cómo valora el despido de Mrsic y la llegada de Casimiro?

—Ninguno es mejor que el otro, son diferentes. Siendo los dos muy buenos entrenadores y buenas personas, creo que el fichaje de Luis Casimiro era necesario en ese momento para el Breogán, por su carácter, por su personalidad y por su experiencia.

—¿No había la sintonía adecuada entre Veljko Mrsic y la plantilla?

—Los jugadores somos profesionales y trabajamos muy duro independientemente del entrenador que esté. ¿Buena o mala sintonía? Es un tema personal de cada jugador, no puedo responder a esa pregunta de forma individual. Posiblemente, los aficionados puedan responder a esto mejor que yo.

—¿Está satisfecho de su rendimiento como breoganista?

—Sí. Siempre se puede hacer mejor, es verdad, pero estoy satisfecho y disfrutando.

—Habiendo jugado en la NBA y en grandes de Europa como el CSKA, el Maccabi y el Baskonia, entre otros, ¿es compleja la adaptación a un equipo humilde como el Breogán?

—Todo es baloncesto. Estoy muy a gusto aquí con mi familia, disfrutando, y eso es lo que he buscado siempre. Me da igual que sea un vestuario de NBA, de Euroliga o de ACB. Juego en un gran club y en un campeonato de un nivel muy alto.

«Tengo ilusión por ver cuál será el ambiente en el Pazo en el derbi ante el Leyma»

Darrun Hilliard, como el resto de la plantilla breoganista, espera con ansías el derbi de este domingo en el Pazo (12.30 horas, Movistar Deportes 3) ante el Leyma Coruña.

—¿Cuál es el grado de importancia de este encuentro?

—Los derbis y las rivalidades son divertidas. Cada partido en el Pazo es muy importante para nosotros y el hecho de tratarse de un derbi le da un punto más de emoción entre los aficionados que se contagia a los equipos. He jugado muchos a lo largo de mi carrera, pero es verdad que tengo ilusión por ver cuál será el ambiente en este.

—¿Le motivan estas citas?

—Sí, claro, pero para intentar ganar, no solo para disfrutar.

—¿Jugar en casa, arropados por el Pazo, les concede una ligera ventaja?

—Sí y no. Es cierto que nuestra afición nos transmitirá mucha energía, pero al mismo tiempo esto también te genera unas ganas extras de hacerlo bien que se pueden convertir en presión en función de cómo se desarrolle el partido.

—En el Leyma, según las últimas informaciones, están prácticamente descartados Augusto Lima y Philip Scrubb. Dos bajas sensibles para ellos.

—Al tratarse de un derbi y dada la importancia del partido, cualquiera que vaya a jugar seguro que lo hará a buen nivel.

—Si usted fuera entrenador del Breo, ¿cuál sería la primera orden para el equipo?

—Lo tengo claro, disfrutar. Es lo más importante para poder ganar el partido.

«Empecé a jugar al baloncesto porque era una manera de escapar de mi realidad»

—¿Por qué empezó a jugar al baloncesto?

—Era divertido, disfrutaba jugando, y porque era una manera de evadirme y de escapar de mi realidad.

—¿Tiene algún significado el número 11 en su camiseta?

—Muy buena pregunta. Era el número con el que jugaba mi padre y, al mismo tiempo, para mí tiene un significado de resurrección, de poder volver a disfrutar del baloncesto. Ser jugador profesional no siempre es divertido. Para mí el baloncesto es más que meter canastas o tener un contrato, y llega un momento en el que juegas más por pasión que por ganar dinero.

—¿Es supersticioso?

—Mucho, pero no te voy a desvelar mis supersticiones (risas). Cuando me retire las contaré.

—¿Con qué compañero del Breogán tiene una relación más estrecha y por qué?

—Me parece una pregunta interesante porque especialmente este año ha habido algunos cambios de jugadores en el equipo. Es la primera vez en mi carrera que estoy intentando conectar y conocer más en profundidad a todos mis compañeros. Debido a mi experiencia, me siento un poco responsabilizado en este sentido.

—¿Cuál fue el mejor entrenador que ha tenido?

—Jeff Van Gundy. También me entrenó Popovic, que es una leyenda, Itoudis...

—En los San Antonio Spurs coincidió con Pau Gasol.

—Y con Manu Ginóbili, Tony Parker...

—Si tuviera que destacar a un compañero por su calidad, sería...

—Kawhi Leonard, con el que también coincidí en los Spurs. Y no quisiera olvidarme de Mike James.

—¿Qué rincón de Lugo le gusta especialmente?

—Lugo es una ciudad perfecta para mí y para mi familia en estos momentos. Tiene muchos rincones que me atraen.

—¿Con quién vive en Lugo?

—Con mi mujer y mis dos hijos. En breve tendremos otro hijo.

—Un equipo de la ACB que no sea el Breogán.

—El Unicaja

—¿Quién es el mejor jugador de la Liga Endesa?

—Los que más me están llamando la atención son Hugo González (Real Madrid) y Mario Saint-Supery (Manresa).

—¿Cuántos tatuajes tiene?

—Muchos, demasiados.

—¿Alguno más especial?

—Este (muestra la imagen de uno de sus hijos tatuada en su antebrazo derecho).

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