Anthrax, el reseteo de los más osados fundadores del thrash metal

FUGAS

30 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De la explosión de bandas que en los 80 pulieron la herencia que gente como Black Sabbath puso en sus manos para desbrozar caminos que aún hoy siguen abiertos, Anthrax probablemente haya sido la más atrevida, inquieta, cachonda e irreverente de todas ellas. También a la que el tiempo ha deparado peores cartas.

A diferencia de otras referencias fundacionales del thrash metal, esta tropa no procede de California, sino de Nueva York. Scott Ian y los suyos se atrevieron antes que nadie a mezclar sus genes musicales con los del hip hop, sentando así las bases de lo que más tarde se daría en llamar nu metal. Son célebres el proyecto crossover S.O.D. y sus colaboraciones con Public Enemy. Abrazaron la influencia punk en su vertiente más desmadrada. Cuando Munstaine (Megadeth) dio en la diana con los Pistols, ellos habían grabado ya su particular versión de God Save The Queen. Su trayectoria está plagada de referencias a la cultura popular con el cómic -el Juez Dredd nunca habría sido el mismo sin Anthrax- por bandera. Y si existe un sonido verdaderamente acerado, ese es el que ellos supieron acuñar en Spreading The Disease o Among The Living.

También fueron capaces de reinventarse cuando su frontman fetiche, Joey Belladonna, dio la espantada. De la mano y la voz de John Bush, Anthrax giró en los 90 con brillantez hacia sonidos alternativos. Sound Of White Noise es la mejor prueba de su versatilidad. Inmerecidamente, es entonces cuando la estela comercial parpadea. Compañías fuleiras, malas promociones y codazos entre cantantes se suceden hasta que en el 2010 Belladona se enrola de nuevo para protagonizar una suerte de reseteo. En ello continúa la banda que mañana telonea a Slayer.