
La obra de David Bueno se presenta como una de las grandes apuestas de la divulgación científica en español de este año. Cerebroflexia no defrauda las expectativas. Con ella, los secretos del órgano que más oxígeno consume, junto con el corazón, se comprenden mejor
01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El cerebro no es algo estático. Es permeable y en permanente fase de construcción y reconstrucción regulado no tanto por las 85.000 millones de neuronas que posee, que también, sino por la capacidad de establecer múltiples conexiones entre ellas. Es la plasticidad cerebral, una suerte de papiroflexia biológica que nos permite adaptarnos a las circunstancias y mantener un aprendizaje permanente. El estudio de la plasticidad del órgano del cuerpo que consume más oxígeno, junto con el corazón, es una de las líneas estrella de la investigación en neurociencia en los últimos años, al igual que fue objeto de distintas obras de divulgación científica. Es una área también en construcción y también muy prometedora que descubre a los no iniciados el biólogo y genetista de la Universidad de Barcelona David Bueno i Torrens. En un ámbito quizás trillado es difícil sorprender y, sobre todo, cautivar. Pero el autor lo consigue con un relato ágil, bien hilvanado y estructurado en sus distintos capítulos en los que la lectura fluye de forma natural, sin tropiezos ni barreras. La obra forma a la vez que entretiene, la clave, al fin y al cabo, de la buena divulgación. Incentiva la curiosidad en un discurso lejos del rutinario academicismo. Bueno, que ganó en el 2010 el premio europeo de Divulgación Científica, ofrece a la obra un poso que va más allá del conocimiento científico.
Cerebroflexia. Ensayo. David Bueno i Torrens. Plataforma Editorial. 267 páginas. 18 euros