El top-ten de películas con mayor recaudación de estas fiestas recoge el cada vez más rentable tributo a la taquilla cautiva. Esto es, el hecho sabido de que las películas destinadas a audiencia infantil no son ya un nicho, sino autentico búnker mayestático. El actual ritmo de entrada es de una película por fin de semana para esta taquilla cautiva, que lleva doble premio (ya saben, padres e hijos, consumo garantizado de productos en sala: un bingo). Es asombrosa esta deriva del mercado hacia su nuevo target fidelizado. En tiempos, Disney se reservaba para un gran título ¡en todo el año! , cuando La sirenita, Aladdin y por ahí. Y ahora, entre la citada casa madre de la animación más Pixar, Illumination o las puntuales producciones ajenas a USA -españolas o japonesas- garantizan al menos un filme infantil cada 7 días, situada casi siempre entre el oro y el bronce en el box-office.
El caso de ¡Canta!, superada en espectadores, en su estreno navideño, solo por la precuela stargaláctica, suma al suelo firme del citado «espectador cautivo» el resabio de la atmósfera nostálgica de Operación Triunfo que padecimos este invierno. El filme de Garth Jennings, no obstante, tiene mucho de razonable parodia de OT, en un viejo teatro que reúne al arca de Noé antropomorfizada y canora. En la versión original, nada menos que Matthew McConaughey (un koala maestro de ceremonias), Reese Whiterspoon (una erizo rebelde), Seth McFarlane (un ratón trilero), John C. Reilly o Jennifer Hudson interpretan una serie de standars musicales, uno de los cuales, el Faith de Stevie Wonder cantado por Ariana Grande está nominado al Globo de Oro a la mejor canción, como la película a mejor cinta animada. Ah, en España el doblaje se carga parte de la gracia al entrar Concha Velasco, Paco León e tutti quianti. Al menos respetan las canciones para evitar que la lluvia en Sevilla sea una pura maravilla o aún peor.