«Nos emociona ver a mamás e hijas cantar con nosotros»

FUGAS

Quién no ha escuchado «Como te atreves a volver», en la radio, en televisión o en Internet. Hoy sonará en Vilagarcía en un concierto para el que no hay entradas y en el que el grupo colombiano presentará sus nuevas canciones

24 mar 2017 . Actualizado a las 17:48 h.

En su gira de dieciocho conciertos por España también cabe Galicia. Morat cantará hoy en Vilagarcía sobre los efectos secundarios del amor, esos que le han dado tantas alegrías a través de su último álbum. Como te atreves, Cuánto me duele, Yo más te adoro y demás temas del disco encontrarán, seguro, un coro entregado en el público que acudirá esta noche al auditorio municipal (21 horas) para ver a la exitosa banda colombiana. Con uno de sus componentes, Juan Pablo Villamil (en la imagen con camiseta blanca), hablamos de este momento dulce en su carrera y de su futuro.

-¿Además de las canciones de «Sobre el amor y sus efectos secundarios» habrá ocasión hoy de escuchar alguna novedad?

-Sí, ya tenemos un par de canciones nuevas de nuestro segundo disco. Acabamos, precisamente, de sacar nuestro sencillo Amor con hielo y esperamos tocarlo en Vilagarcía.

-¿Para cuándo ese nuevo trabajo?

-Aún no se sabe. Ya está bastante avanzado pero el proceso sigue.

-En plena gira, ¿cuándo componen?

-En cualquier momento libre del día, en el hotel, en casa... Si vieras nuestro móvil verías notas de voz de cosas que escribimos todo el tiempo. Somos cuatro y eso también ayuda a que la cosa fluya mucho más, y a que un trabajo tan constante nos rinda más.

-Componen, actúan y les queda tiempo para estudiar: Derecho, Historia, Ingeniería, Arquitectura..., ¿cómo lo hacen?

-En mi caso me queda muy poco para terminar los estudios [Ingeniería industrial]. Este semestre nos vamos a España y a México y difícilmente podremos estudiar.

-¿Dónde se ve en el futuro, como músico o como ingeniero?

-Yo me muero por dedicarme a la música, que no nos ha dado sino alegrías.

-Hablemos de música pues. Dicen que Morat bebe de estilos tan variopintos como los de Sabina, Erik Clapton, de la banda colombiana Bacilos...

-Hemos recogido diferentes tendencias para buscar un camino propio. Cada uno de esos artistas que cita aporta cosas muy particulares en el sonido de Morat.

-A juzgar por las letras, alguien del grupo ha debido sufrir mucho por amor...

-[Risas]. En el amor aún nos queda un poco por decir. Se requiere madurez y ser algo mayor para escribir de las cosas de la vida, madurez que esperamos conseguir.

-La referencia es inevitable. ¿Morat sería lo que es hoy sin la apuesta de Paulina Rubio por «Mi nuevo vicio»?

-Hablar de supuestos es muy complicado. No sé si lo hubiéramos conseguido, pero las ganas serían las mismas. Paulina nos ayudó un montón y tenemos una relación muy buena con ella.

-¿Qué queda del Morat de La Morat [finca en la que ensayaban en sus inicios]?

-Queda mucho. Sí, algunas cosas han cambiado, pero queda la inocencia y las ganas de comernos el mundo. Hemos conservado el sonido, pero también intentamos evolucionar un poco.

-¿Lo mejor de aquellos años? -La inocencia.

-¿Pero aún no la han perdido? -Muchos pensarían que la fama va en contra de la inocencia, pero seguimos haciendo las cosas con honestidad y en este tiempo hemos ganado en madurez.

-¿Cómo llevan el fenómeno fan, sabiéndose centro de atención de miles de adolescentes?

-Intentamos no terminar de creernos todo lo que nos está pasando. La sorpresa es un factor que ayuda a disfrutarlo todo mucho más. Tenemos muy buena relación con las fans.

-¿Qué pasará cuando las niñas de 14 años de hoy lleguen a los 20? ¿Tendrá Morat que reciclarse?

-En España nos llevamos una gratísima sorpresa porque vimos que había una media de edad mayor en nuestros conciertos. Nos emociona ver a mamás e hijas cantar con nosotros y ver como lo disfrutan.

Sí, algunas cosas han cambiado, pero queda la inocencia