«Stripped» son 50 minutos de soul propio que se aventura en el jazz
31 mar 2017 . Actualizado a las 06:00 h.El problema que pervive en el soul o el R&B es la incipiente dificultad a la hora de distinguir las voces que lo entonan. Las divas, muchas de ellas indispensables, se parecen en sus timbres, en su manera de atacar las notas y arrebatar el aplauso a los presentes. Son un género en sí mismo. Macy Gray es su contrapunto. Una garganta rota. Y real, única e imperdible.
Tras arrancar su carrera en el 99, el público y la crítica la elevan a la cima de las listas con I Try. Gana el Grammy a mejor intérprete pop femenina y se agencia las nominaciones de mejor canción y álbum del año (que acabó llevándose Christina Aguilera). Luego llegó la comodidad del reconocimiento y el trabajo de mantenerlo.
La antidiva de Ohio es enérgica pero calmada. A lo largo de sus casi dos décadas sobre los escenarios se ha ido tomando los descansos que ha creído necesarios (sin mayor razón que el reposo como tal) y la maduración a lo largo de su discografía es evidente. Sacó tiempo para colaborar con Santana, Mos Def, The Black Eyed Peas y, este mismo año, con Ariana Grande. Por si fuera poco, también se la puede ver en la gran pantalla en cintas como la aclamada Trainning Day de Denzel Washington.
A la ciudad del Lérez llega como la última de sus citas europeas (y única en Galicia). Atrás deja llenos en Londres y Ámsterdam. En su mano sostiene el encanto de Stripped (2016). Cincuenta minutos de soul propio, pero que se aventura de manera notable en el jazz, y muestra un nuevo camino que sirve de celebración. No se cumplen diez discos todos los días.,
Pazo da cultura de pontevedra.
7 de abril. 21.00. ENTRADAS desde 20 EUROS