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Sienna Miller: «Estoy cansada de hombres fuertes en el cine, ¿y las mujeres?»

MARIA ESTÉVEZ

FUGAS

AXEL SCHMIDT

La maternidad, asegura, ha cambiado la mirada sobre ella: «Ahora ya no me valoran por mis novios, sino por mi trabajo, pero soy la misma de siempre». La actriz estrena hoy «Z, la ciudad perdida», una historia de aventuras en el Amazonas

05 may 2017 . Actualizado a las 08:32 h.

Con varias películas ya en perspectiva, la actriz Sienna Miller regresa a lo grande tras estar apartada de la gran pantalla para dedicarse a su familia. Hoy se estrena en España Z, la ciudad perdida, a la que en los próximos meses seguirán The catcher was a spy y The private life of a modern woman -ambas en posproducción-. Basada en la novela de David Grann y dirigida por James Gray, Z, la ciudad perdida es una historia de obsesión y de aventura en el Amazonas que relata las hazañas de uno de los últimos exploradores del planeta, Percy Fawcett. Miller comparte reparto en esta cinta con Charlie Hunnam, Tom Holland y Robert Pattinson.

-¿Defiende los papeles de la mujer en el cine desde una perspectiva de igualdad?

-Sí. En esta película no quería interpretar a la esposa del aventurero que se queda en casa esperándole. Por ello colaboré en el desarrollo del personaje hasta convertirlo en una mujer aventurera, enfrentada con la sociedad que la rodeaba.

-¿Qué fue lo que la llevó a lanzarse a por este personaje?

-El director. Siempre he admirado a James Gray, le considero uno de los mejores cineastas del momento. Lo tenía en mi lista y al ofrecerme el papel no lo dudé un instante. Es un hombre sensible, que entiende a las mujeres y trabajó sin descanso hasta conseguir que mi personaje fuera algo más que la esposa del protagonista.

-¿Su personaje es el de una mujer adelantada a su tiempo?

-Sin duda. Ella es una verdadera feminista como yo. Se rebela contra la sociedad que le rodea por su abuso constante. Yo, como mujer, he aceptado las leyes de la sociedad y, en ocasiones he aceptado cosas que no debería aceptar, porque me he convertido en cómplice de situaciones que no debería haber permitido. Cuanto más buceo en esa idea, más me doy cuenta de que las mujeres somos víctimas y que tenemos la responsabilidad de contar historias sobre nosotras. Hay que conseguir que la sociedad respete a las mujeres.

-¿Es usted también aventurera?

-Me encanta viajar a lugares remotos. Estoy deseando ir a Perú y ver Machu Pichu y quiero cabalgar por las planicies bolivianas. Quiero explorar el mundo, pero tengo una hija pequeña y me debo a ella, a mi familia.

-Parece una mujer sensible...

-Lo soy. Soy muy intuitiva, una mujer que se deja llevar por su instinto, eso me permite acceder a mis emociones y facilita mi trabajo como actriz. Sin embargo, complica mi existencia, porque es más difícil para mí navegar por la vida. Soy muy sensible, una persona que lee su existencia a nivel emocional. Eso es lo que muchos actores hacen y, tal vez por ese motivo, somos notoriamente difíciles y complicados.

-¿Se ve diferente desde que ha sido madre?

-Creo que lo que ocurre es que ahora me respetan más. Las interpretaciones que hice antes de tener a mi hija no me parecen distintas a las de ahora. Sin embargo, ahora la gente me toma más en serio, porque ha dejado de verme como una celebridad vacía, que era famosa por tener un novio conocido. La percepción en este negocio es enorme y algo contra lo que lucho a diario. Me hice famosa como muchas celebridades de la televisión por su pareja y eso influyó en la percepción del público. Cuando tuve a mi hija, empezaron a verme como una verdadera actriz. Sin embargo, no he cambiado.

-¿Está harta de esa imagen frívola que dan de usted las revistas?

-Sí. Toda mi puñetera vida he estado peleando contra esa imagen. Yo no soy esa chica idiota y frívola que va de fiesta en fiesta. Siempre he sido más profunda que todo eso, y me molesta ese retrato mío creado por la cultura de los tabloides y las revistas, que durante mucho tiempo fue muy poderosa en el Reino Unido. Se dedicaban a inventar historias y yo me dedicaba a retarles en el juzgado. Mi pelea ha durado casi una década.

-¿Cree que los medios siguen siendo igual de poderosos?

-Hoy en día la gente tiene más control de su imagen gracias a las redes sociales. Uno puede pelear en directo contra las cosas horribles que se escriben.

-¿Utiliza las redes sociales?

-No [ríe]. Tal vez debería. Uno gana más dinero en esta profesión si se publicita en las redes sociales, es mucho más inteligente, pero me resisto porque no me gusta esa comunicación, ni creo que haga a la gente más feliz. Soy un dinosaurio dentro de la industria del cine por no participar de las redes sociales

-¿Le gusta verse en pantalla?

-Para mí es difícil verme en pantalla. Es extraño este trabajo, porque la meta es no volverte vanidoso, no dejarte llevar por tus propias emociones, sino por las del personaje. Si uno piensa que es brillante, está alimentando el lado equivocado y no se ayuda creativamente. Yo no quiero ser consciente de mi misma cuando actúo.

-¿Tiene pensado trabajar en el futuro como cineasta?

-Tal vez, aunque estoy más interesada en comprar derechos de varias novelas y desarrollar mis propios proyectos. Quiero historias sobre mujeres, mujeres fuertes. Estoy cansada de ver en las películas que solo los hombres son brillantes.