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Meryl Streep: «Todas las mujeres son poderosas de un modo u otro»

MARÍA ESTÉVEZ

FUGAS

FLAVIO LO SCALZO

Fue una de las primeras víctimas de Donald Trump, quien dijo de ella que estaba sobrevalorada. Ahora interpreta a la primera ejecutiva de «The Washington Post» en la nueva película de Spielberg. Un filme que cree que podría gustarle al presidente

25 ene 2018 . Actualizado a las 21:23 h.

Meryl Streep interpreta a Katharine Graham en Los papeles del Pentágono, la nueva cinta de Steven Spielberg sobre la primera ejecutiva de The Washington Post, quien publicó los documentos secretos sobre la guerra de Vietnam que acabarían, a la larga, con la carrera del presidente Richard Nixon. Su vida como dama de la alta sociedad tenía poco que ver con la política, hasta que en 1963, tras el suicidio de su marido, se puso al frente del Post. Graham fue una gran empresaria y una pionera capaz de romper los cerrados círculos sociales de su época. Y nadie mejor para encarnar a esta gran mujer que la actriz con más poder en Hollywood, actualmente inmersa en una campaña contra el acoso sexual. Famosa por su oposición a Donald Trump -quien, furioso por las críticas de esta durante la campaña electoral, dijo públicamente que era «una actriz sobrevalorada»-, Streep ha rodado por primera vez a las órdenes de Spielberg para inyectar en la pantalla su furia y su talento.

-¿Qué tal el rodaje con todo un mito como Steven Spielberg?

-Me sorprendió su cercanía. Que colaborara tanto con los actores. El autor de tantas obras maestras podría sentirse como un genio sin necesidad de las opiniones de otros. Pero no excluye a nadie. Confieso que no estaba preparada para participar del desarrollo de la narración. La experiencia fue fascinante. Estaba loca por ir a trabajar cada día.

-¿Tanto cuesta encontrar directores así en el cine actual?

-Es difícil dar con alguien con esa capacidad para improvisar, con tal espontaneidad y libertad. No había trabajado nunca con él, mientras que Tom Hanks lo había hecho mil veces. Pero no son un club de machotes. Son un grupo abierto e inclusivo. Aunque me sentí aislada en ocasiones por las circunstancias de mi personaje, volvería a trabajar con ellos sin dudarlo.

-Encarna a una pionera en el mundo empresarial.

-Desde luego. Era común que en ciertos círculos hombres y mujeres se separasen tras una cena. Le pasó incluso a Margaret Thatcher. Implicaba que los hombres tratasen temas importantes y las mujeres hablaran de bolsos o recetas. Graham se cansó y acabó con ello de un plumazo. Dijo que se marchaba y su gesto acabó con esa práctica machista. La voz se corrió y dejaron de separase en dos grupos. Rompió las reglas del juego de la sociedad en la que vivía.

-¿Comparte con ella que la duda es un aliado para el triunfo?

-Sí. Cuando dudas te superas para conseguir la certeza que te falta, mientras que el exceso de confianza te paraliza. Te impide descubrir nuevos caminos. Graham era dubitativa. Lo dice hasta la saciedad en su autobiografía. Sus hijos me confesaron que en casa era mucho más determinada. Merecía estar donde estaba. Era brillante y construyó un imperio empresarial. Se ganó a pulso su posición. Intento decirles a las jóvenes de hoy lo distinta que era esa sociedad para las mujeres.

-¿Estamos mejor que entonces en asuntos de igualdad?

-No entre quienes manejan los hilos del poder. Faltan mujeres con poder en los círculos de liderazgo. Llenamos la base de la pirámide, pero en lo alto deciden ellos. No hay paridad ni de lejos. Aunque solo sea por eso, esta película es relevante. Hace falta motivar a las mujeres para conseguir posiciones de liderazgo.

-¿A la actriz más poderosa de Hollywood le preocupa inspirar a las mujeres?

-Creo que todas las mujeres son poderosas de una manera o de otra. Estoy cómoda interpretando personajes como Graham, una mujer maravillosa, emblemática, que brindó una gran oportunidad al mundo al atreverse a contar la verdad.

-¿Qué le inspiró para crear el personaje?

-Su libro fue mi Biblia. Su vida está en él. Es elocuente al expresar sus emociones. Cuenta cómo se quedó en blanco antes de decidirse a publicar los papeles del Post. Tuvo un momento de duda, de salto al vacío, pero la información terminó por convencerla. Vi un documental sobre cómo se sienten los atletas olímpicos ocho segundos antes de una gran prueba. Al filmar esa escena lo recordé. Sentí que ella se concentró en aquel momento como una corredora olímpica. Terminó publicando y ganando.

-Usted es una de las cabezas visibles de la campaña que se ha emprendido en Estados Unidos contra el acoso sexual. ¿Ve avances gracias a las denuncias de varias actrices al productor Harvey Weinstein?

-La verdad, no sé si nos estamos moviendo hacia un futuro mas luminoso, porque el camino no está siendo fácil. Damos dos pasos hacia delante y uno hacia atrás. Un día de estos vamos a chocar con un muro. Pero confío en los jóvenes, en cómo ellos pueden leer estos eventos de una forma distinta a los adultos.

-¿Espera que el presidente Trump vea la película?

-Puede que hasta le guste. Es una gran película, un filme patriota. Otra cosa es el efecto que pueda causarle. Debería dejarse de tonterías y mostrar respeto por quienes operan por principios y no por apetitos.