Ha sido premiado con «el Nobel de la magia» de Hollywood, triunfa en televisión, cine y radio, pero es el teatro donde confiesa sentirse más cómodo, más él. Hoy actúa en Marineda City (A Coruña), a las 20.00 horas, la entrada es libre
30 nov 2018 . Actualizado a las 05:15 h.Con la misma frescura que en sus inicios, pero con más experiencia, Luis Piedrahíta vuelve a casa para inaugurar la Navidad y de paso hacer pasar un buen rato a sus seguidores.
--¿Qué significa para usted dar el pistoletazo de salida a la Navidad?
-Me hace mucha ilusión, porque para empezar es una excusa para estar un rato en A Coruña. Además uno se cree que se inicia la Navidad gracias a él, como si fuera Papá Noel.
-¿Qué puede adelantar de «Play the Christmas», su «show» de hoy?
-No es un espectáculo, es algo más especial porque solo sucederá hoy. Daré un pequeño speech, haré un juego de magia y encenderemos las luces. El protagonista no soy yo, es que la Navidad empieza en Marineda.
-¿Siempre quiso ser humorista?
-No es una decisión que tome, no creo que sea bueno empeñarse en alcanzar una meta porque se pueden perder oportunidades por el camino. Yo no me empeñé en ser humorista, pero todo lo que hacía tenía tendencia hacia el humor. Desde pequeño disfrutaba viendo a humoristas, y bueno, algunos de los más importantes son gallegos, como Wenceslao Fernández Flórez, Julio Camba, Álvaro Cunqueiro o Valle-Inclán.
-¿Galicia es una cuna de humor?
-Sí, tengo un proyecto que espero hacer pronto porque A Coruña se merece un encuentro de humoristas. Hay una gran cantidad de autores literarios, como los que he citado antes, y otros como Castelao que, si les rascas, por dramático, triste o duro que sea lo que han contado lo han hecho desde el humor. Por eso creo que me tira tanto el humor y tarde o temprano A Coruña tendrá un festival internacional de humoristas.
-¿Cómo describe su humor?
-Es mejor que lo describa otro. Yo puedo decirte cómo lo siento. Por un lado está el humor que ataca y destruye, que es necesario, que busca injusticias para denunciarlas, pero no es el que hago yo. Yo siempre digo que el humor es un arma de construcción masiva, para mí sirve para intentar construir el mundo que me gusta. El humor nunca es inofensivo, siempre ofende a alguien, pero la ofensa tiene que ser justa.
-Habla de ofensas, ¿qué le parece lo de Dani Mateo?
-Es triste. No está bien que por un sketch se le lleve a un tribunal. Dicen que se sonó los mocos con la bandera, pero ni siquiera era una bandera, es atrezzo, es parte del decorado. Si ha sido llamado a declarar es porque alguien lo ha denunciado y eso significa que hay gente que no distingue la realidad de la ficción, y uno tiene que saber lo que es verdad y lo que no.
--¿Uno se autocensura para evitar polémicas?
-La censura es un cáncer, pero no es suficiente para impedir la creatividad. Hace 40 años no se podía hablar de nada, tras la muerte del dictador se podía hablar de todo y ahora parece que se puede hablar de todo, pero en realidad no se puede hablar de nada. No es bueno que haya una vigilancia constante sobre el comunicador.
-Televisión, radio, teatro... ¿Qué faceta es la más Piedrahíta?
-Donde soy más yo es en teatro, haciendo magia o humor en directo. Es donde el artista puede contar lo que quiere sin intermediarios.
-¿Cómo se siente tras recibir «el Nobel de la Magia»?
-Muy contento, no sería posible sin los hermanos García Pastur, que siempre me aconsejan y ayudan.