«La ceguera puede ser un aliciente para vivir con más fuerza»

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Emilio Ortiz dejó de ver a los 25 años, pero se enfocó en su vocación y logró el éxito «de la noche a la mañana». Ahora retoma con su perro guía, Spock, la aventura literaria en «Todo saldrá bien», un canto a la superación en el que brilla la valía de las personas con discapacidad

05 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo saldrá bien supone el regreso de Emilio Ortiz, y el perro que acompaña su aventura literaria tras el éxito de A través de mis pequeños ojos. «El regreso de Cross lo van a percibir con cariño los lectores de A través de mis pequeños ojos, y otra gente tendrá el placer de conocerlo en Todo saldrá bien».

Camilleri es una de las referencias del autor que se convirtió en bestseller de la noche a la mañana. «Lo de Camilleri es un homenaje en toda regla, porque cuando estaba escribiendo el libro me enteré de que había perdido la visión, como yo, solo que él después de los 90 años. Leí una frase suya que me impactó, decía que se había visto capaz de luchar contra todo en la vida, pero no se veía capaz de luchar contra la oscuridad. Y tuve el atrevimiento de responderle con un canto a la esperanza, para que no siga luchando contra la oscuridad, sino para que aprenda a vivir en ella y que podamos seguir disfrutando de sus libros», cuenta Emilio, que dispara a la clase política.

­-La realidad electoral supera la trama de una novela negra, advierte.

-Es una pequeña broma que tiene su parte de cierta. Muchos políticos parecen caricaturas, no hace falta que hagamos crítica burlesca. Se caricaturizan ellos mismos cuando dan el titular de la mañana con la frase que se traen de casa apuntada en la libreta. Muchos políticos son adictos al protagonismo. Todo saldrá bien tiene mucho de crítica a este nuevo estilo, a este estilo de política que parece de alto perfil pero huele a rancio.

­-¿Qué poder tiene la literatura?

-La literatura siempre ha sido poderosa, pero si se leyera más sería un arma más potente... Es una herramienta de cambio magnífica. Con que un libro sea hermoso, nos despierte una sonrisa o nos haga ser mejores eso supone un elemento de cambio. Un texto bello te pone guapo por dentro, y también por fuera.

­-¿Somos lo que leemos?

-Los que leemos somos bastante lo que leemos, ja, ja. Muchas veces son los libros los que nos eligen a nosotros.

-El éxito le llegó de la noche a la mañana, con «A través de mis pequeños ojos», que le sacó del anonimato para acercarle a miles de lectores.

-Fue un bombazo en mi vida. ¿Cómo pasas de ser un trabajador de la Organización Nacional de Ciegos a un autor de masas? No lo sé... no te das cuenta.

-¿El éxito cambió la relación con Spock, su perro guía, su musa?

-Los dos seguimos siendo uno. Spock viene a todas las presentaciones y ha llegado a posar, ¡chupa cámara!... pero se lo merece. Spock es el álter ego de Cross. En la novela solo le cambié el nombre.

-Perros y niños se parecen, dice...

-Sí, y se llevan bien. Los perros y los niños viven el presente. Si tomásemos ejemplo de los niños y los perros nos iría mejor.

-A Spock lo fue a buscar a EE. UU.

-A Rochester. Tardaron tres años en encontrarme a mi pareja perruna idónea. Spock tiene ya 11 años, quizá lo jubile pero me lo quedaré. Encontrarnos fue total, se parece a lo que les pasa a Mario y Cross en A través de mis pequeños ojos. Cuando me dieron a mi perro guía, sentí algo parecido a cuando nació mi hija.

-¿Una discapacidad puede ser una puerta abierta?

-Sí, a exprimir otras capacidades. Yo a los 25 prácticamente perdí toda la visión. Pero conseguí adaptarme. Y no es nada meritorio. La ceguera puede ser un aliciente para vivir con más fuerza. Todo saldrá bien quiere concienciar sobre la valía de las personas con discapacidad. Tienen otros poderes. Como cuando a Spiderman le pica una araña. Hay gente con superpoderes que no vienen de galaxias lejanas, sino del esfuerzo y sus ganas.