Una cena familiar

David Perdomo

FUGAS

ANGEL MANSO

«Pensad en una comida familiar. En los chistes que hacemos en la intimidad», plantea Perdomo en esta pieza-homenaje a la madre y al padre. «¿Os atreveríais a hacerlos en un escenario?»

26 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mi madre era un ser humano excepcional. De ella heredé mi ascendencia guanche, la coquetería, la sensibilidad por el arte, la pasión por viajar y por la naturaleza, el saber apreciar la quietud y el silencio. Podría enumerar mil más, como podría cualquiera que quiera a su madre, pero entre todas hay una que me marcó por lo ambivalente y extraño dada su naturaleza cándida: el sentido del humor. Mordaz, negro, inteligente, profundamente humano, sin miedos. Algo que compartía con mi padre, un hombre, que a día de hoy, y a sus 73 años, sigue disparando saetas por palabras con una precisión cómica innata. Entre ellos dos aprendí a sacar punta al arma más letal que una persona puede tener: Sentido del humor. Para cualquier situación, daba igual la que fuese, era el recurso perfecto para descongestionar, para integrar, para gestionar las circunstancias mejor, para unirnos más, para entender y avanzar.

Soy de los que piensan que el humor no ha cambiado nada, hemos cambiado nosotros. Estos tiempos de moralinas, pieles finas e hipocresías varias, al Humor se la trae al pairo, está por encima, prevalece. Le da igual la época histórica, le da igual tu raza, religión, ideología o condición, le es irrelevante. No se puede medir, censurar, callar, seguirá existiendo, siempre, porque mientras haya una sola risa EL HUMOR SIEMPRE GANARÁ.

Pensad en una comida familiar. Los chistes que contamos en intimidad, todos nosotros. ¿Os atreveríais a hacerlos en un escenario? Estoy seguro de que Ricky Gervais temblaría al escuchar algunos chistes de nuestro padre con dos vinos encima. Ni tan lejos de la realidad, en la era de Internet, el mundo es una cena familiar en el que escuchamos los chistes de un primo quinto que tenemos en Oslo y no nos gustan, cosa que antes no pasaba. El día en el que en esa cena nos riamos todos de lo mismo, se acabarán censuras, ofensas y diatribas. Porque eso sucede con el humor: Es la ideología que más une por ser la más humana y sincera.

Aunque pensar que eso pueda ocurrir sea un chiste.