Taburete ofrecerá el martes en El Náutico su último concierto en Galicia antes de despedirse de los escenarios durante un año
23 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Lori Meyers tardaron 20 años en concederse uno sabático. Taburete solo cinco. Pero es que a la banda que lideran Willy Bárcenas y Antón Carreño todo le sucede muy deprisa. Para bien y para mal. Han hecho de la vorágine su estilo de vida y en él nunca ha habido lugar para las medias tintas. Ni siquiera ahora que se atisban signos de que cierta y recurrente beligerancia parece remitir. «Por eso es momento de parar, descansar, grabar un buen disco y callar aún más bocas», apunta Willy Bárcenas.
-Antes toca cumplimentar la anual visita estival al Náutico.
-Sí, es una tradición que mantenemos desde la primera gira. Es como Ramón García y las uvas. No se pueden disociar.
-Las influencias y referencias latinoamericanas están cada vez más presentes en la música y en las letras de Taburete. ¿Es América un refugio?
-Al principio sí. Latinoamérica era un sitio donde nos veían únicamente como un grupo musical. Era increíble llegar allí, hacer entrevistas y hablar solo de música. Pero ahora ya no. Aquí la gente ya valora a Taburete por lo que ha conseguido hacer.
-¿Me está diciendo que se han roto los prejuicios que había hacía su banda?
-Pues yo diría que en una gran mayoría sí. Yo ya he visto hasta medios musicales que nunca nos había dado bola decir que habría que dejar polémicas familiares aparte y reconocerle a Taburete lo que ha conseguido en estos cuatro años.
-Personalmente, ¿cómo se toma eso?
-Como una victoria personal. He peleado mucho para eso, he tenido que tragar mucha mierda y escuchar muchas cosas que no eran ciertas. Por fortuna, ha habido desde el principio un núcleo de fans muy grande que contrapesaba todo eso.
-En su web tienen el «rincón del hater», pero viendo los comentarios más bien parece el rincón del «Taburetelieber».
-Es cierto, no hay muchos haters. A día de hoy el rincón del hater es Twitter.
-Precisamente en Twitter la ha liado buena defendiendo a Plácido Domingo.
-No me lo explico. Solo pedí prudencia y que se tuviese en cuenta la presunción de inocencia. Que sin pruebas no se pueda acusar a la gente es algo normal, ¿no?
-¿Se considera un provocador?
-No busco serlo. Provoco sin quererlo.
-¿El hecho de que ya suban a los escenarios principales de grandes festivales tiene que ver con esa pérdida de prejuicios?
-Tiene que ver con que el grupo funciona. Cuando el Sonorama nos anunció como cabeza de cartel, en las redes decían «¡qué horror!», pero luego lo que vemos allí es a la gente cantando y saltando desde el primer momento. Yo me quedo con eso. El resto es postureo.
-¿Qué le parece que algunos ayuntamientos estén cancelando por razones políticas conciertos ya contratados?
-Me parece lamentable. En todos los casos. En el de Def Con Dos, en el de Pedro Pastor y en el de C. Tangana. Independientemente de las ideologías de cada uno, que en el caso de estos grupos son muy diferentes a la mía, creo que hay que acabar con todo tipo de censura, tanto la que llega por la derecha como por la izquierda. Y que la gente no tenga la piel tan fina, coño, que esto al final solo es música.
-El compromiso político siempre se ha asociado al punk, al rock, a la canción de autor... El pop semeja un género blanco.
-Sí, el pop ha sido siempre más apolítico y menos reivindicativo. Pero allá cada uno, que cada uno haga con su grupo lo que quiera. En el caso de Taburete nuestra música no tiene carga política. Es música para el disfrute y eso es precisamente lo que está haciendo la gente, disfrutarla.
-¿Qué música escucha?
-Tiro mucho de los clásicos. Estoy escuchando mucho a The Band, Beach Boys, Pink Floyd, Tom Petty... Y fíjate, yo era muy reacio, pero hay dos o tres temas de trap que últimamente me tienen pillado.
-¡Vaya! ¿Acabará metiendo autotune en un tema de Taburete?
-No, hombre, no. Mientras haya voz no habrá autotune. Pero está bien abrirse a otras cosas. Siempre he sido muy abierto.
-En «Por lo que pueda pasar» habla de placer, morbo y amor. ¿Con qué se queda?
-El placer y el morbo están bien para un rato, pero el amor llena mucho más. Sin duda, es mucho más importante.
-En el 2018 decía que tenía la sensación de que la vida se había ensañado con usted. ¿La sigue teniendo?
-No. La vida me ha dado y me ha quitado. La vida es una guerra constante. Yo he vivido situaciones duras. Tener un padre en la cárcel ya es duro. Pero cuando encima es famoso y te llueven los insultos es más duro aún. Pero de repente sale Taburete y estoy viviendo un momento increíble... La vida es eso, un juego de luces y sombras. Espero que gane la luz.
- O GROVE EL NÁUTICO MARTES 27, 20.00 ENTRADAS AGOTADAS