El actor, que ha encontrado una buena tarima en Galicia, regresa con «Quien a hierro mata», la última película de Paco Plaza
06 sep 2019 . Actualizado a las 11:26 h.Secundario de lujo, Víctor Duplá (Santander, 1976) se ha ganado un merecido hueco en nuestras pantallas. Le conocerán por sus apariciones en Fariña, El ministerio del tiempo, Cuéntame cómo pasó, Hospital Central o incluso la gallega Serramoura. Un curículum envidiable que no para de crecer, gracias a su apetito insaciable a la hora de interpretar. También lo alimenta la dirección, donde ya ha hecho sus pinitos. Su última actuación lleva ya una semana en salas españolas: Quien a hierro mata (2019), la nueva película del aclamado director Paco Plaza (Rec, Verónica), donde trabaja con Luis Tosar.
-¿Cómo ha sido trabajar con Paco Plaza y Luis Tosar?
-La verdad es que al principio impone mucho, pero esa sensación se va desde el minuto uno cuando trabajas con ellos. Son personas muy cercanas y Luis Tosar me parece un compañero excepcional. Aparte del talento, tienen una humildad y un compañerismo que hacen que sea muy fácil currar con ellos. Además también actúa María Vázquez, que, aunque sea mi mujer, te puedo decir con total objetividad que lo hace genial [ríe].
-¿Te pica un poco el gusanillo de ser protagonista?
-Pues claro, sí. Todos esperamos un papel con peso, profundidad y mucho desarrollo. En teatro ya me ha ocurrido, en audiovisual estoy con ganas de que llegue. Es una carrera de fondo, y yo, la verdad, no me puedo quejar. He trabajado en cosas pequeñas pero en proyectos muy interesantes. Casi lo prefiero a trabajar en un proyecto que no me motive.
-¿Y cuál es el próximo?
-Pues seguramente algo audiovisual. En teatro, al estar en Galicia, estoy haciendo menos, la verdad. No me siento suficientemente suelto con el idioma.
-Aún así te atreviste con «Serramoura»...
-Sí, pero fíjate, en el audiovisual los textos suelen tener menos complejidad... Por respeto a los compañeros y a la profesión, todavía no me siento preparado. Posiblemente lo esté, pero soy de cocción lenta [ríe].
-¿Cómo te definirías?
-[Resopla] ¡Qué complicado! Creo que antes que actor me considero más un filósofo o un humanista de nuestro tiempo, me interesa mucho cómo funciona el ser humano. Siempre hay un interés más allá de la interpretación. También soy un padre preocupado por el futuro de sus hijas.
-Compartes la idea de «quien a hierro mata... a hierro muere»?
-No, para nada, no creo en la venganza, pero sí en el karma. Al final la vida acaba poniendo las cosas en su sitio.
-¿Qué consejo le darías a un actor que está empezando?
-No me gusta mucho dar consejos, pero le diría que confíe en sí mismo. Que no se deje llevar por cosas que le desvíen de su camino en la vida y que escuche más al ser y menos al ego.
-¿Qué papel te ha marcado más en tu carrera?
-El que me hizo clic fue el papel de Próspero en La tempestad, de Shakespeare, en la versión de Sergio Peris-Mencheta. Me puso en un personaje que yo había visto interpretado por Ian McKellen. ¡Imagínate! Normalmente se piensa que es el actor el que descubre al personaje, pero aquí es el personaje el que me enseñó cosas de mí mismo que no sabía. Ahí esta la droga. Eso engancha [risas].
-¿Quién es tu referente?
-Uf, van cambiando con la edad. Javier Bardem o el propio Tosar me encantan.