Hay quien retorna a las raíces, quien tiene un ojo en lo nuevo que se hace e incluso quien opta por el silencio. Seis músicos gallegos nos revelan cuál es la banda sonora de su confinamiento
01 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Son muchas las personas que confiesan haber encontrado en la música refugio y alivio durante el confinamiento. Pero, ¿es también esa la sensación que tienen los músicos profesionales, que en la mayoría de los casos han visto abruptamente truncados sus planes para este año? Y si así fuera, ¿a qué música están recurriendo en tan crítica situación? Seis llamadas telefónicas revelan que las actitudes adoptadas y las referencias musicales escogidas son de lo más dispar.
A Xoel López la pandemia le cogió con un nuevo disco casi listo para publicar. Una edición que ya retrasa, cuando menos, hasta otoño. Y sí, reconoce que ha encontrado en la música sosiego y cierto consuelo. «Curiosamente en esta situación he regresado a la música que escuchaba con 15 o 16 años. Northern soul, latin jazz y toda la música de la Motown». El músico coruñés asocia su escaso «afán explorador» con estar en armonía con la realidad que nos está tocando vivir. «Es difícil ponerte en plan aventurero cuando estás encadenado». Reconoce también Xoel López que este retorno a sus raíces musicales le «genera cierto conflicto» respecto al disco pendiente de publicar. «Ese disco lo hice en la vida anterior. Ahora estoy en otra película. A lo mejor, lo que haga de aquí en adelante va a ser más Marvin Gaye de lo que yo tenía previsto».
LA MÚSICA COMO MAZMORRA
Para Julián Hernández, voz y guitarra de Siniestro Total, la música en tiempos de confinamiento puede llegar a convertirse, literalmente, en una mazmorra. «Ya sé que no suena nada poético, pero me resulta inevitable no tener esa sensación. Poner música ahora es como poner películas de desastres aéreos en las pantallas de un avión durante un vuelo», comenta. Aun así, reconoce, «estoy aprovechando para revisar algunas cosas que se me habían quedado en el tintero, pero sin un criterio muy definido. Un día me da por tirar de rock progresivo, otro me pongo un par de discos de Soft Machine... Lo que siempre cae es algo de jazz o de blues. El jueves [por ayer] es el aniversario de la muerte de Muddy Waters, pues mira, ese día solo escucharé discos de él».
Confiesa Guadi Galego que lo que más está escuchando estos días es a sus dos hijos. «É moi difícil escoitar música tendo a dous pequenos na casa 24 horas». Aun así, procura escuchar uno o dos discos nuevos cada día. «Aproveito momentos como mentres estou cociñando». Y es al quehacer de algunos músicos catalanes y vascos a lo que más atención presta. «Os discos novos dos artistas galegos xa os tiña todos escoitados antes, así que agora estou escoitando artistas coas que teño relación, como Paula Grande, Clara Peya ou Meritxell Neddermann, redescubrín música de Euskadi que tiña medio esquecida, escoitei a discografía enteira de Mikel Urdangarín... Non sei, estou intentando escoitar cousas que non sexan o de sempre».
ORGANIZAR LA DISCOTECA
A Uxía, este tiempo de confinamento le está sirviendo para «organizar minimamente» su colección de vinilos y cedés. «Grazas a iso, estou escoitando música que nin lembraba que estaba aí, incluídas algunhas maquetas e rarezas, e discos que foron importantísimos na miña vida, pero que había moitos anos que non escoitaba, como Mujeres de Silvio Rodríguez ou discos de Zeca Afonso ou Batallán», dice. A mayores, reconoce tener ciertos discos de cabecera a los que siempre regresa. «O Revolver de The Beatles, Madrugada dos trapeiros, de Fausto, o Köln Concert, de Keith Jarrett e, por suposto, toda a discografía de Narf, que está volvendo moito ao meu pensamento. Tiña algunha canción que agora mesmo semella visionaria».
Hoy mismo Presumido publica Encerrados, una nueva canción compuesta poco antes del confinamiento. Uno de sus componentes, Tarci Ávila, explica que el tema es un fiel reflejo de las cuatro referencias que más están escuchando durante el confinamiento: Bon Iver, Post Malone, The Weeknd y Georgia. «De esa mezcolanza nace un sonido que combina el R&B más actual con un rollo descaradamente ochentero». Apunta también la mitad de Presumido respecto a lo que está escuchando estos días: «Me he ido a los extremos, a la música pura de mis raíces, que en este caso son los 80, y a lo que está haciendo la gente más joven».
En sintonía con lo apuntado por Julián Hernández, a Faia Díaz, componente de De Vacas, le está resultando difícil disfrutar de la música en este contexto. «Aínda que estou reflexionando moito sobre ela», comenta. Hasta el punto de que su primera respuesta a la pregunta acerca de qué está escuchando es: «Non estou escoitando nada». Pero no tardan en aflorar matices. «Algún día puxen algo de salsa e de música brasileira, Elis Regina principalmente, para levantarme o ánimo e que me sacasen da instrospección, pero pouco máis. A miña música principal está sendo o silencio». Argumenta Faia Díaz que «a música é facela, cantala e compartila. E como iso non se dá, pois tampouco se dá escoitala». Tanto es así, confiesa, que «nin sequera discos que toda a miña vida me levaron a lugares de refuxio, como o Köln Concert, de Keith Jarrett, ou algún de Nico, neste confinamento non me están valendo. Intenteino un par de días, pero non».