El maestro de las letras norteamericanas borda el retrato del momento que vivimos con una profecía
26 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.De la teoría de la relatividad de Einstein a la Super Bowl que nunca verás, de un último vuelo a una velada con pulsiones reprimidas y burbon entre amigos, nos lleva el autor de Submundo. «¿Qué nos queda por ver, por oír, por sentir?», es una de las preguntas que nos plantea Don DeLillo, que vuelve muy suyo con un fundido a negro para el 2022. ¿Ocurrirá? Imagina que un fallo deja el mundo a oscuras, desprovisto de este estilo de conexión que viene cambiando aceleradamente, y más en pandemia, la forma y el fondo de la comunicación.
Un vacío, o un agujero de gusano, es el que escribe DeLillo como en multipantalla en su nuevo libro, El silencio, una rareza que enmudece al lector. Para leer de un trago seco y fuerte, mejor en posición vertical, sin móvil, sin saber bien en qué oreja del sofá descansar las expectativas que solemos tener ante una novela.
DeLillo acabó de escribir esta historia, difícil de seguir pero hipnótica (como la información de los monitores de un vuelo), pocas semanas antes de que estallase la pandemia del covid. Por eso cobra un marcado aire de profecía, que nos lleva a un «más allá» antiguo, y también más allá de la crónica-ficción, entre síntomas de una fatiga de futuro, sin despegarse del riguroso sentido de la realidad.
¿Ida de olla o novela maestra? La respuesta la dará cada cual. El riesgo es extremo, pero apenas dura 110 páginas.
Es reveladora, y sirve de contexto para enfilar el relato, la cita de Einstein que precede a la primera parte de El silencio: «No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta se librará con palos y piedras». El porvenir está a punto de descubrir el pasado...
Maestro de las letras, DeLillo domina como pocos el lenguaje del hipermoderno, disperso y ansiosamente abatido mundo de hoy. Lo hace en dos partes diferenciadas (primero desconcierto, impacto; luego reflexión ante la pantalla vacía).
«La vida se puede volver lo bastante interesante para que dejemos de tener miedo», advierte el narrador, un dios con fe en la ciencia. Criptomonedas, microplásticos, guerras de drones, «esquirlas humanas». Don DeLillo sorprende realmente en esta novela-selfie donde vemos nuestro reflejo partido reconociéndonos muy poco a poco mientras se cae el avión de la antigua vida cotidiana.
«Nadie quiere llamarlo Tercera Guerra Mundial, pero lo es». Tranquilos. Habrá cuarta.