La banda compostelana actúa este fin de semana en el FIV de Vilalba en un cartel en el que figuran también Zahara, Ortiga y Xoel López
30 dic 2021 . Actualizado a las 07:58 h.La historia se repite: grupo que lo tenía todo preparado para que 2020 fuera su gran año hasta que el coronavirus lo frenó todo en seco. En el caso de Novedades Carminha miraban alto, apuntando a un trío de conciertos -WiZink Center de Madrid, Razzmatazz de Barcelona y Multiusos do Sar en Santiago- que supondrían un notable salto de nivel. Eso, y un nuevo disco, queda para el 2022. Ahora hay la oportunidad de verlos en festivales como el FIV de Vilalba que empieza hoy con una sesión gratuita con Momboi, Magical Colors, Dani y Melenas. Mañana, en una jornada ya de pago, actuarán los compostelanos junto a Xoel López. Zahara, Ortiga y La Bien Querida. El domingo, también con entrada libre, seguirán Petit Pop y la Banda de Música de Vilalba, el domingo. Antes, Carlangas, voz y guitarra de Novedades Carminha habla para Fugas.
-¿Están como banda con las piernas flexionadas preparándose para el salto?
-Hicimos una valoración de la situación y, aunque es cierto que el estudio nos gusta cada vez más, no tiene sentido armar la gran fiesta discográfica si luego no podemos llevar eso al foro para el que está hecho, los conciertos. Entonces estamos en ese momento de estar en el estudio y hacer actuaciones como esta del FIV de Vilalba, que es casi familia. Y sí, estamos preparando la gran juerga para cuando veamos la luz al final del túnel.
-¿Novedades Carminha necesita el roce?
-Sí, claro. Nosotros reivindicamos siempre que la gente se junte en un foro y baile. Que gente de todas las edades y condiciones sociales disfrute de ese momento de dejar al lado los problemas. En el 2022 vamos a necesitar más que nunca dejar atrás los problemas para ponernos un poco a disfrutar de la vida. Novedades Carminha ahí va a ocupar un papel importante.
-Cada vez les gusta más el estudio. Sus últimas grabaciones tenían un punto un poco «dub». ¿Cambia mucho lo que viene?
-Tenemos el siguiente disco muy avanzado y puedo decir que es muy diferente al disco anterior. Es más agresivo. Hay una cierta vuelta a las guitarras y eso combinando con el ritmo de los dos últimos discos. Es una reestructuración, pero echando la vista atrás.
-El año pasado sacaron el tema «Mucho nivel». Este, «Típica cara». ¿Son tema de enlace con lo que vendrá?
-Creo que Típica cara irá en el próximo disco. Adelanta lo que viene y puede ser el hilo que enlaza Ultraligero con el siguiente. Ya avanzamos cajas de ritmos y guitarras todo el rato. La verdad es que tengo muchas ganas de sacar música, pero tiene que ser el momento adecuado.
-¿Piensa en lo que podrían haber sido aquellos grandes conciertos del 2020?
-Mirar atrás no tiene sentido. La gente que iba a venir a esos aforos grandes va a venir igual cuando los hagamos ahora. No tengo ninguna duda. Las canciones son las mismas, el rollo es el mismo y el disco que viene es mejor que el anterior. El tiempo de llorar ya mí me se me fue de la cabeza.
-¿La nostalgia es un sentimiento contrario a Novedades Carminha?
-Bueno, al final somos nostálgicos en algunas facetas de nuestra vida. Pero nos dimos cuenta pronto que con ese rollo no íbamos a ningún lado. Estamos convencidos que si la gente antes quería pasárselo bien, ahora va a querer pasárselo por diez. Y nosotros somos el grupo perfecto para el regreso a los festivales y salas.
-Siguen colando versos delirantes en sus temas como ese de «Si yo iba para karateca /Y acabé pasando los findes en las discotecas» en «Mucho nivel».
-Eso es igual que una conversación en el bar. Todo sale natural. Solo hay que mirar unos años atrás cuando tus padres te apuntaba a kárate y, al final, vas y acabas siendo roquero. O la de Típica cara. Habla de ese comentario de «mmm... creo que te conozco, yo te vi antes, no serás amigo de este». Conversaciones del absurdo.