Ya se había enfundado en vestuarios medievales en la serie The White Princess, pero hacerlo de la mano de Ridley Scott son palabras mayores. Y acostumbrados a su creatividad como psicópata asesina a sueldo en la serie Killing Eve, imaginar de nuevo a Jodie Comer (Liverpool, 1993) en un drama de época resultaba chocante, sobre todo porque su estupenda interpretación como Villanelle en esta serie creada por Phoebe Waller-Bridge parecía borrar cualquier posibilidad de que Comer quedara encasillada en la muy británica tradición de rodar series de época de cuidada factura.
LO QUE HACEN LOS ACTORES
La joven actriz, que está a punto de estrenar la temporada final de Killing Eve, parece que ha empezado a trabajar en separarse de su icónico personaje. Primero a través de una comedia romántica de acción en medio de un videojuego como Free Guy, donde compartía protagonismo con Ryan Reynolds. Y después en la mucho más seria propuesta de Ridley Scott, con Adam Driver y Matt Damon. En la promoción de El último duelo afirmaba que eso es lo que hacen los actores, saltar de una cosa a otra, arriesgar. Y a la espera de saber qué va a ocurrir con la sicaria más fascinante de la televisión, su papel como Marguerite de Carrouges en El último duelo la ha confirmado este año como una de las grandes apuestas entre las actrices de su generación. Y esto parece pensar también el veterano director británico: Scott la ha escogido para convertirse en Josefina en su próxima película, Kitbag, en la que su compañero, como Napoleón Bonaparte, será Joaquin Phoenix. A pesar de los malos resultados de El último duelo en cines, que Scott achaca a los mismos millennials a los que pertenece Comer, ambos volverán a hacer equipo para contar la historia de amor de Napoleón y Josefina.