Alejandro Núñez abrió una tienda de vinilos junto a su socio en A Coruña, y asegura que los chavales de 15 años ya van en grupo a comprar: «Tenemos unos treinta mil discos»
07 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El del vinilo es un auténtico furor, y el constante trasiego de esta tienda lo confirma. «Ya está por delante del cedé», asegura Alejandro Núñez. No hace ni un año que abrió La Galleta Music Shop en el centro de A Coruña junto a su socio Javier Fernández, dándole forma física a un negocio que ya despegaba en Internet. En su inmenso fondo se encuentra parte del material que adquirieron en su momento de la mítica Portobello tras cerrar dos años antes, reediciones de clásicos, series limitadas, vinilos de bandas nuevas y de artistas actuales. C. Tangana, Taylor Swift y Vetusta Morla destacan en el top de un público cada vez más joven que sigue escuchando lo nuevo, pero envuelto en la magia de antes.
—¿Qué está pasando con el vinilo?
—Cada vez viene más gente a comprarlo, incluido el público joven. Ayer mismo vino un niño de 12 años. Entró con su padre, pero ya sabía lo que quería y venía a tiro fijo. Luego hay muchos de 15, 16, 17 y veintipocos que vienen en grupo. Y sigue el cliente clásico, el coleccionista de 40 o 50 para arriba.
—¿Y qué es lo que más os piden según el perfil?
—Los más jóvenes tienden a pedir la música actual. Entre los vinilos nuevos vendemos mucho C. Tangana y el último disco de Vetusta Morla. También Dua Lipa, Taylor Swift y discos de hip-hop. Después, por supuesto, sigue viniendo la gente de clásicos tipo Dark de Pink Floyd, Led Zeppelin y Bruce Springsteen.
—¿El vinilo se escucha mejor?
—El coleccionista de vinilo te va a decir que se escucha mejor que cualquier otra cosa, igual que el de cedé o el de casete van a defender su formato. Pero yo creo que lo que tiene es la magia del proceso, de sacarlo del envoltorio, ver por qué cara lo pones, preparar el tocadiscos... Es más bien por el romanticismo que tiene. Y luego está el sentido de la propiedad, que es nuevo para las nuevas generaciones. En Spotify te dan el permiso para reproducir las canciones, pero con el vinilo sientes que la música es tuya, y eso es nuevo para ellos. Además es algo vintage, previo a ellos, y las cosas que nunca hemos visto tienen ese componente de novedad.
—El cedé se ha quedado atrás, ¿o no?
—Sí, diría que se está vendiendo el vinilo otra vez por delante del cedé. Desde luego a la par están, pero yo pienso que incluso el vinilo está por encima. Y los artistas ya están retrasando el lanzamiento de sus álbumes. Aunque estén listos en formato digital, esperan a que lo esté también el formato vinilo.
—Si los vendíais por Internet y después decidisteis abrir una tienda física, sería porque la cosa ya os pintaba bien.
—Mucha gente nos preguntaba: ¿Por qué no abrís una tienda física? No es lo mismo ir a un sitio físico, sobre todo si coleccionas, que te gusta más poder ver y tocar las cosas. Abrimos en abril del año pasado y la verdad es que había ganas de ver gente que sigue tirando de esta vía del vinilo.
—¿Cuántos tenéis?
—La cifra, arriba o abajo, anda en los treinta mil discos. Tenemos mucho material de grupos y de bandas nuevas, reediciones de clásicos, de artistas actuales, firmados... Y luego tenemos también una parte de vinilos usados.
—¿Hay mucho tocadiscos que se compra para regalar?
—Sí. De hecho, acabamos de vender un equipo completo. Hay mucha gente que empieza ahora a coleccionar y que se lleva todo, o que se lo quiere regalar a alguien que empieza.
—¿Cuál es el germen? ¿Esto pasó de afición personal a negocio?
—A mí me gustan los vinilos. A Javier y a mí nos encanta la música, de siempre, y los dos la escuchábamos juntos e íbamos de fiesta a locales en los que ponían la que nos gustaba. Al final, andábamos siempre con la música encima, desde pequeños, cuando íbamos con los padres escuchando la cinta de casete que tocase en el coche.
—¿Es un lujo hacerse coleccionista de este formato?
—Hay vinilos de 20 euros, de 30, de 40, de 50... También los hay dobles, simples, box que incluyen varios para coleccionistas... Y luego están las series limitadas y los que vienen firmados, como te comentaba antes.
—¿Firmados por quién?
—Pues hay muchos... Por ejemplo, tenemos discos firmados por Mikel Erentxun, alguno que se vendió de los hermanos Urquijo, de Love of Lesbian...
—¿Y artistas que os hayan comprado?
—Alguno vino por aquí. Ahí atrás nos visitaron los chicos de Ladilla Rusa, que son muy majos. También miembros de bandas y gente local de aquí de Galicia que viene a verte.