Ana Curra, excomponente de Parálisis Permanente y Pegamoides: «Lo tengo claro desde que era pequeña: he venido a la vida a actuar, no a mirar»

FUGAS

La artista vuelve a Galicia convertida en uno de los grandes iconos del rock nacional. La semana que viene actuará en Cangas y A Coruña
24 oct 2022 . Actualizado a las 11:04 h.Pasan los años y las generaciones. Pero siempre hay jóvenes atraídos por la oscuridad. Algunos de los que la buscan en la electricidad del rock la han encontrado en Ana Curra. Figura clave de la música nacional, en plena explosión feminista se ha convertido en todo un icono para decenas de chicas de hoy en día que se desvían del camino masivo. «Me hace mucha ilusión que ocurra eso, porque es muy difícil conectar con la gente joven. Yo lo comprendo. Está todo el mundo con las músicas masivas del reguetón. Solo puedes ir a otro lado con interés y cierta inquietud», reflexiona. La semana que viene actuará en Cangas (viernes 28, Sala Son, 22.00 horas) y A Coruña (sábado 29, Garufa, 22.00 horas)
—Seguramente busquen los mismos estímulos que usted encontró más en The Velvet Underground que en The Beatles.
—A mí me gusta la música. No soy ambiciosa en el sentido de ser famosa. Me gusta el colocón del escenario, los entresijos del estudio y el local del ensayo. Cada uno tiene un tecla en la que nos dan y nos emocionamos. De los Beatles nunca podré decir que son un grupo malo, porque hacían canciones armónicamente perfectas. Pero a mí me interesaba más la transgresión a la que llegaba la Velvet. Yo me identifico mucho más con eso.
—Aparte de la aventura musical, leyendo «Conversaciones con Ana Curra», de Sara Morales, se ve que es una aventurera vital. ¿Ha arriesgado mucho?
—Soy un poco kamikaze, la verdad, de ir a tumba abierta. Es mi forma de ser. Sé lo que me interesa y lo que no me interesa. No soy miedosa. Me considero comprometida con mis ideas y, cuando algo me interesa, apuesto por ello. Me voy a la selva si me tengo que ir, porque me fascina el personaje del Subcomandante Marcos. Voy y me meto allí. Me toca vivir un montón de aventuras, algunas de ellas muy peligrosas. Luego, te pasan factura, que siempre viene el cobrador. Pero yo lo he dicho desde pequeña: he venido a la vida a actuar, no a mirar. Soy de las que les gusta saber después de haber vivido.
—Cuando en el 2021 hizo la gira de «El acto» hubo fans de Parálisis Permanente que no aprobaban el paso y la criticaron mucho. ¿El tiempo le ha dado la razón?
—Me daba igual. Que alguien considere que yo, que soy parte de Parálisis Permanente y autora de las canciones junto a Eduardo, no puedo interpretar esas canciones no me importa nada. Siempre he ido a las claras: «Eduardo no está, no vais a escuchar su voz, vais a escuchar la mía y a lo mejor no os gusta». Eso lo entiendo, pero yo tenía toda la legitimidad para hacerlo. Solo faltaba.
—Pero el resultado en el escenario era fuego y tenía todo el sentido.
—Eso es el tema. Es como lo de C. Tangana, que la gente me pregunta lo que me parece. Pues no puedo decirlo porque no lo he visto en directo. Esto es lo mismo. Al que nos criticaba le preguntaba: ¿lo has visto? Porque yo soy súper exigente. No voy a hacer algo nostálgico, sino algo con un sonido actual y bien hecho. A mí la banda me llama doña Látigos [risas]. Las cosas tienen que estar potentes, con determinación y fiereza. Nada de moñadas.
—A lo mejor «El acto» hoy generaría controversia. Solo hay que ver la portada.
—Puede ser. Los pezones no los dejan sacar [risas]. Pero en ese disco no se veían. Tengo una foto que se llama La princesita y salgo son una mascara de cuero y se me ven los pezones. Me la hizo Alberto García Alix y ha estado en todos los museos del mundo. La tuve que quitar de mi perfil de Facebook porque me censuraban todo el tiempo. Con cosas tan absurdas que no se pueden ni analizar.
—Más allá de eso, tiene algo perturbador.
—El acto es sexo, drogas y muerte, que son los motores de la humanidad. Por eso sigue siendo vigente.
—¿Cuando ve esa portada se reconoce?
—Sí, soy yo. Ya apuntaba maneras [risas]. Soy bastante visceral e intuitiva. Ahora puedo racionalizar y entender muchas cosas de mi comportamiento. Cuando era más joven a lo mejor no, pero ya buscaba eso. En esa foto está mi esencia.
—Hace cuatro años mostraba su interés en el «trap» en una entrevista en La Voz. Mucha gente se sorprendió.
—Es que yo no soy nada prejuiciosa. Cuando sale una corriente nueva de la calle me interesa. Luego, habrá basura, pero hay gente que está haciendo esas cosas que te están contando la realidad. Yo vivo hoy y me interesa lo que ocurre hoy. La gente me decía: «¿Pero tú viniendo del conservatorio como puedes decir eso?» Pues sí, me interesa. Mucho.