Ángeles Huerta, directora de «O corpo aberto»: «Méndez Ferrín escribió un relato con potencial 'queer'»

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La directora del documental gallego más premiado en el 2017, «Esquece Monelos», exprime el potencial dramático de la Raia Seca y reinventa «Arraianos» en el thriller gótico «O corpo aberto»

23 dic 2022 . Actualizado a las 09:04 h.

A un Xurés que parece estar «lejos de todo», a partir de Arraianos, de Méndez Ferrín, nos lleva la directora y guionista asturiana, gallega de adopción, Ángeles Huerta. «Ese paisaje del Xurés como escenario romántico es maravilloso. Y lo es para construir el trance colectivo que requiere hacer una película. Mi primera tarea como directora es inducir ese trance. Construir ese mundo emocional en el que todos estemos conectados, en el centro de Coruña es mucho más complicado...», considera la cineasta. ¿Galega o asturiana, O corpo aberto es cine gallego? «Llevo 20 años aquí. Tengo conciencia de haberme hecho como persona en Galicia. Me siento profundamente gallega», asegura.

­—Su debut en la ficción tras el documental «Esquece Monelos» rescata a un clásico como Ferrín, que lleva un tiempo desplazado. ¿Por qué ha elegido «Arraianos» y por qué lo ha rebautizado como «O corpo aberto»?

—Surge de la propia lectura del relato. Y quizá es cierto que Ferrín no está tan en boga en los últimos años, pero creo que es el último, que no derradeiro, espero, de esa literatura fantástica gallega. Después de Cunqueiro, si seguimos la cadena de clásicos gallegos de ese nivel que abrazan lo fantástico, nos encontramos con Méndez Ferrín. Cuando me preguntáis de dónde surge, tengo miedo a ser muy mística. Fue un clic, fue leer el relato y ver que había algo de conexión con la infancia.

­—¿Qué tipo de conexión?

—Yo tenía y tengo en mi casa el Drácula de Bram Stoker en la edición de El Barco de Vapor. Y me acuerdo de estar preadolescente leyendo. Tiene un arranque similar al libro de Méndez Ferrín.

­—Esa llegada entre la bruma a un lugar fuera del tiempo, fuera de lo conocido.

—El hombre que llega a ese sitio y hay un señor esperándole en la encrucijada. Yo le consulté a Ferrín y me contestó que, efectivamente, se había inspirado en Drácula y que quería hacer algo gótico.

­—¿Costumbrismo terrorífico?

—Sí, hay costumbrismo, pero fundamentalmente este es un relato gótico y, por tanto, exacerbadamente romántico. O corpo aberto de lo que nos habla es de pasiones que van más allá de la muerte. En este sentido, me encanta Cumbres borrascosas, ese tipo de cine británico, de época. Yo quería hacer algo así. En el relato había una estructura muy clara, que era la de las diferentes posesiones, pero a la vez había un final muy abierto. Eso me daba mucha libertad. Si Méndez Ferrín me la concedía, yo podía seguir más allá.

Ángeles Huerta en el rodaje del filme en O Xurés.
Ángeles Huerta en el rodaje del filme en O Xurés.

—¿El relato explora temas vigentes?

—Toca temas que son muy contemporáneos. La frontera como límite, si las lenguas son algo que nos une o que nos separa...

—Es una frontera en muchos sentidos, con múltiples intenciones. La «raia» entre cuerpo y alma, entre lo femenino y lo masculino, entre el amor y la muerte...

—Claro, ¿y sabes algo que me encanta del relato? Pensar que, al final, todos somos cuerpos abiertos. Todos estamos habitados por el espíritu de los difuntos. No solo hablo de esos seres queridos que se nos fueron, sino de todos los libros que leímos, de todas las películas que vimos en nuestra vida, de todas las historias que nos contaron... Todos repetimos gestos de personas que murieron mucho antes de que naciéramos. En este sentido, todos somos muchos. Mijaíl Bajtín hablaba de la polifonía al explicar el origen de la novela en Europa. Si no hay una diversidad de voces, no hay novela ni hay cine.

—Sobrecoge el concepto de cuerpo abierto.

—Yo encontraba ese concepto de corpo aberto muy erótico, pero desde un lugar muy femenino.

—Es una manera de mirar diferente a la de Ferrín como escritor...

—Si uno hace arte de verdad, el arte va más allá de sus propios condicionantes históricos. Ferrín escribió un relato con potencial queer... Introduce esta movida entre Obdulia y Dorinda, que no es que se acuesten o no se acuesten... Ferrín quiere hacer un relato gótico y, seguramente, tiene en la cabeza el Drácula de Bram Stoker. Hay una figura que se repite en todos los relatos góticos escritos por mujeres, que es la de la mujer encerrada. No deja de ser una metáfora del rol de la mujer en la familia, en la familia tradicional.

Tamar Novas interpreta a Miguel en «O corpo aberto»
Tamar Novas interpreta a Miguel en «O corpo aberto» Santi M. Amil

—El viaje de Miguel, el maestro que interpreta Tamar Novas, lo hace también el espectador, de lo racional a lo emocional.

—Aristóteles decía que las tragedias perfectas no eran las de hacer, sino las de reconocer. Por eso es perfecta Edipo rey, donde lo importante es el viaje interior. Esto es lo que le pasa a Miguel, que puede parecer un mero observador, pero es el verdadero protagonista del viaje, un viaje interior, de conexión hacia el cuerpo. Él está alienado de su cuerpo y entra en una espiral de pasión... Creo que esa pasión desenfrenada que siente por Dorinda, en esa naturaleza entendida como caja de resonancia de las pasiones, es algo romántico. Pero la lectura buena de la peli es la que tiene cada uno.

—¿«O corpo aberto» es cine gallego o evitamos etiquetas?

—Hay una polifonía. Somos un país más heterogéneo, diverso y amable de lo que parece a veces por televisión. La polifonía de lenguas de la Península es una riqueza. Somos un país mucho mejor de lo que parece cuando encendemos la televisión. Debemos sentirnos orgullosos y contentos de vivir en un país tan diverso. En la frontera esa riqueza es más obvia.

—El campo está atrayendo la mirada de escritores y cineastas jóvenes en España, hay una fuerza en esa mirada sobre la naturaleza. ¿En los lugares rurales se pronuncian más las pulsiones y los sentimientos humanos?

-Sí, y hay una cosa que creo que también tiene que ver en las ciudades con estar alienados de la naturaleza. Estar encerrados en asfalto, lo que da una versión sesgada de las cosas.

—Los animales, en el filme, nos revelan algo de lo humano.

-Yo no buscaba resaltar lo animalesco, sino al revés, y está además ese zumbido de las abejas, que quizá no se entenderá. Yo pensaba en la conexión con la muerte. En la Galicia rural, había la danza del abellón, se cogía la gente de la mano y daba vueltas alrededor del ataúd, del cuerpo del difunto, emulando el ruido de las abejas. Y se decía que el primero que se sentase o dejase el ruido de las abejas iba a ser el primero en morir. A veces, la realidad supera cualquier cosa fantástica. Si estás en la tierra, en la vida de los animales, sin idealizar ni mucho, accedes a verdades de la vida.