Alicia Martín Santos, madrileña afincada en A Coruña, firma el cómic con «Hecha a sí misma», un ácido golpe al modelo laboral del XXI
19 may 2023 . Actualizado a las 12:50 h.Una muy poco conocida editorial y una creadora debutante ofrecen uno de los libros más estimulantes del curso. Tiene un sobado título, Hecha a sí misma, lo firma Alicia Martín Santos, y es un cómic que destripa con gusto: el modelo laboral del siglo XXI donde priman la testosterona y los contactos, la obsesión por el éxito, los libros de autoayuda, las aplicaciones de citas, las amistades de cartón... El título en sí de esta novela gráfica es ya el prólogo de la acidez que va destilando desde la primeras viñetas. El dibujo en sí de la madrileña afincada en A Coruña Martín Santos es poco sugerente, pero la espiral en la que va metiendo al lector que acompaña a Cuca Báumez, la protagonista, termina por hacer de este cómic un trabajo estupendo que permite varias interpretaciones.
El lector va siguiendo a una mujer sin apenas vida personal, volcada en su promoción laboral. Cuca trabaja en una auditora de prestigio, volcada en meter y meter horas delante del ordenador para poder alcanzar la séptima planta, la que da paso a ser socio de la firma y codearse con la crema empresarial. Sucede que en esa crema solo hay hombres, que sus compañeros de promoción ha acabado dejándolo o tirándose por la ventana. Pero ella confía en que sus méritos profesionales y la ayuda de una coach imaginaria —no escatima páginas a desmontar a los vendedores de humo de los libros de autoayuda— le permita tomar ese ascensor; no se trata de subir solo unas plantas, está en juego el prestigio social, la imagen que de ti tenga la sociedad. Y la manera en la que se narra no ahorra sal sobre las heridas. Lo que se va contando es una sucesión de pequeños episodios —insulsas citas pactadas por teléfono, reuniones de trabajo despiadadas...— que muestran a Cuca frente a un distorsionado espejo en el que el triunfo es, al final, una ficción. Un cambio sobre la marcha hará que la suerte de Cuca mude, y que, de paso, el cómic pegue un giro sorprendente, sin perder una gota del sarcasmo que ha salpicado esta autora novel.