Amoeba Split, la banda gallega de referencia de jazz-rock: «Vendemos discos en Japón, pero aquí no nos conoce ni el tato»

Los críticos y entendidos de medio mundo beben los vientos por ellos, pero en casa son prácticamente unos desconocidos. Amoeba Split, banda coruñesa de jazz-rock —por intentar definirlos de alguna manera— que todavía tiene la asignatura pendiente de ser profeta en su tierra. Para intentar ponerle remedio a esta sinrazón presentan en el Ágora de A Coruña su nuevo disco, Quiet euphoria (áMarxe, 2023), el tercer trabajo de estudio del grupo que la plataforma de referencia del rock progresivo Progarchives mantiene desde hace tres meses en el número uno del mundo, y ha ocupado el número dos en la lista de los 250 mejores discos de estudio del género editados en los últimos 25 años. No en vano el grupo cuenta en sus filas con algunos de los más respetados músicos que hay actualmente en Galicia: Iago Mouriño (hammond, moog, piano), Eduardo Baamonde (saxo tenor y flauta), Pablo Añón (saxo alto), Fernando Lamas (batería y percusión), Ricardo Castro (hammond, moog, mellotron y piano) y Alberto Villarroya (bajo y guitarras), que habla con Fugas.

­—Bandcamp Daily les ha catalogado como una «banda fundamental del sonido Neo-Canterbury». ¿Cómo podemos definir su estilo?

—Es lo que antes se llamaba música psicodélica, pero mezclada con jazz y rock. Eso es el sonido Canterbury. Aunque el bajista de Caravan, una de las grandes bandas del género, lo definió como música jazz tocada por músicos de rock que no saben de jazz.

­—Triunfan en el extranjero, les invitan a festivales por todo el mundo, pero en casa, nada.

—La verdad es que las críticas y la recepción que está teniendo el disco nos tiene abrumados. El 80 % de nuestros discos se venden fuera de España, sobre todo en Japón y EE.UU., pero también en Alemania o Inglaterra. Y en Galicia, ni te cuento: no nos conoce ni el tato. Pero es que no hay muchas oportunidades para un grupo como el nuestro. No encajamos en los festivales tradicionales y no nos han tenido nunca en cuenta desde las Administraciones en iniciativas de promoción de bandas locales.

­—Sin embargo, les llaman para tocar al otro lado del mundo...

—Sí, pero es complejo. Llevar a seis tipos como nosotros hasta Japón, pagarnos el desplazamiento, estancias... Y todo para dar un concierto. Los promotores se vuelven locos para hacer cuentas. Quizá el territorio ideal para nosotros sean los festivales de jazz, y ahí nos estamos moviendo. Pero, claro, somos demasiado rock para los del jazz y demasiado jazz para los del rock... Hay mucho purista.

•  A Coruña, Ágora, jueves 6 de julio, 20.00 horas 8/10 euros

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