John Blacksad frente a las sombras del desarrollismo

FUGAS

Las portadas de «Blacksad» 6 y 7, que forman una única imagen.
Las portadas de «Blacksad» 6 y 7, que forman una única imagen.

Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido completan con la segunda parte el álbum más largo de la mejor serie negra del cómic europeo

15 dic 2023 . Actualizado a las 11:40 h.

Es difícil encontrar una serie tan adictiva en el cómic contemporáneo europeo como la protagonizada por John Blacksad. Figura entre el mejor noir hecho jamás sobre papel, en este caso completada su brillante narrativa (desde la documentación histórica hasta los diálogos) con un extraordinario dibujo a todo color. A los mandos, como siempre, Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Estamos ya en la séptima historia del detective Blacksad, aunque sería más preciso hablar de la sexta, porque los creadores decidieron partirla en dos álbumes. Y no parece un chicle estirado. La segunda parte de este Todo cae acaba de llegar a las librerías. Aviso sin spoiler: para entender bien todo lo que sucede en este cómic conviene no solo haberse leído la primera parte —obvio—, sino las entregas previas. Para que encajen bien todas las piezas de este puzle argumental cojo en su primera parte y muy bien resuelto en esta segunda.

  

La historia de Todo cae se desarrolla íntegramente en el Nueva York desatado tras la Segunda Guerra Mundial. Nuevas construcciones, pulso creativo, mucho ruido en sus calles... Al detective gatuno Blacksad —todos los personajes son antropomórficos, y las atribuciones a cada uno son uno de los grandes aciertos, desde halcones hasta gaviotas o caimanes— le toca investigar las amenazas al responsable de un sindicato de trabajadores del metro, un tipo al que le advierten bastantes sombras. Su caso es solo la punta del iceberg de un oscuro negocio en el que se advierte corrupción, ambiciones, envidias, venganzas y una tragedia familiar que se va destapando mientras avanza el segundo tomo.

El guion de Canales va dejando migas para que siga un camino que se va torciendo y obliga a ir revisando las pistas anteriores. A la vez, el dibujo de Guarnido va entreteniendo con detalles fabulosos —vestuario vintage, paisajes urbanos de época, anuncios antiguos sobre paredes...— y primeros planos profundos, hasta que pega unos golpes con planchas completas que rompen la lectura. Esas sacudidas en el fondo y la forma hacen que Todo cae sea un disfrute al que solo se le puede poner un pero: no sabemos cuándo llegará la siguiente obra.

«Todo cae» Segunda parte. Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Editorial Norma Páginas 56 Color Precio 16 euros