Las 15 películas que nos atraviesan del siglo XXI

Redacción / La Voz

FUGAS

Hay filmes que gustan, filmes que impactan y filmes que nos dejan tan incómodos y confusos que no sabemos si es mejor dejarlos o darle al «rewind» para tratar de entender. De otra categoría son esas películas que nos atraviesan a lo largo de los años y pasan a ser parte de nuestra biografía sentimental. ¿Cuál añadirías tú?

14 feb 2024 . Actualizado a las 17:33 h.

Cada espectador revela la historia que más le ha sorprendido, fascinado o sobrecogido de lo que va de siglo. Quince clásicos de joven edad.

«Melancholia»

Lars Von Trier

No sé por qué antepongo la alucinación de ese apocalipsis viscontiano. Quizás porque es algo oveja negra y hay que acariñarla. Soy injusto con Scorsese, Tarantino, James Gray. Con De Palma, Eastwood, Ferrara... Con las 12 obras maestras de Paul Thomas Anderson y Marco Bellocchio. Y con La Flor, de Mariano Llinás. Qué melancolía tener que desflorar solo the end of the fucking world de la cósmica y wagneriana belleza de Melancholia. José Luis Losa

«Las consecuencias del amor»

Paolo Sorrentino

Una película sobre la muerte y aquello que la atraviesa. Antes de su grande belleza romana o de que lo asaltaron los delirios de la Nápoles de Maradona, Sorrentino firmó esto. Un filme pequeñito y perfecto con miradas tristes, deseos rotos y adioses mudos. Parece de otro tiempo y, aun así, es la condensación perfecta de ese lirismo hortera de principios de siglo. Una nostalgia chiquitita. Carlos Portolés.

«Boyhood»

Richard Linklater

Los mismos actores rodando solo unos días al año, durante doce años. Ese fue el experimento que, en manos de Richard Linklater, se convirtió en una obra de arte épica e íntima al tiempo, que se abre con la mirada de un niño (Ellar Coltrane) y se cierra con el mismo chaval estrenando su vida adulta. Pocas veces el cine ha reflejado la vida misma de una forma tan sincera y emocionante. Antía Díaz.

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«Oppenheimer»

Christopher Nolan

Oppenheimer confirma a Nolan como grande del cine y destaca por su maridaje entre forma (estructura narrativa —flash back, flash forward... y uso de las texturas—, trabajo del plano, blanco y negro y color, sonido...) y contenido (psicosis nuclear, debate moral sobre la ciencia para la destrucción, política como perversión, libertad...). Finalmente, el redondeo dramático del personaje en la piel de Cilliam Murphy. M. Anxo Fernández

«Lost in translation»

Sofia Coppola

Por la noche en el karaoke, por Charlotte y Bob tumbados en la cama mientras él le roza con su mano el pie, por la peluca rosa, por la camiseta al revés, por sus carreras y sus risas por Tokio, por la música de The Jesus and Mary Chain, por las miradas en el ascensor, por el susurro y el abrazo final... Sofia Coppola nos noqueó en el 2003 con esta obra maestra, delicada y llena de belleza. More than This, You Know There's Nothing... Sandra Faginas

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«Blue Valentine»

Derek Cianfrance

Advertencia: Blue Valentine es devastadora. También es certera, precisa —y preciosa— en su crudeza, en la disección de una relación sin más épica que la cotidiana. Hace ya 13 años que Derek Cianfrance puso a Ryan Gosling y a Michelle Williams a deslumbrarse y, después, a reprocharse cosas: corrosiva rutina. Cuánta verdad en ese amor nublado, erosionado por la respiración del otro, en ese conato de pasión —qué nostalgia— y en su posterior extinción, en la agonía de dos sin un tercero mediante, sin un trauma detonador, pura descomposición. Nos quisimos tanto. María Viñas

«Amélie»

Jean-Pierre Jeunet

La primera vez que viajé a París, subí a Montmartre y me senté en el Café des 2 Moulins invocando a Amélie. Fantasiosa, detallista y bondadosa, la protagonista del segundo filme francés más visto de la historia es un bicho raro que maravilló a la generación que era veinteañera aquel 2001 de su estreno. Cumbre del realismo poético y dirigida por Jean-Pierre Jeunet, que firma el guion con Guillaume Laurant, inspira la música mágica de Yann Tiersen. Este cine es mejor que la vida. María Salgado

«Match point»

Woody Allen

Solo el genio de Woody Allen, que cuando brilla deslumbra, podía lograr hacer una película más redonda que una pelota de tenis. Aires de Dostoyevski e inspiración de tragedia clásica griega para este crimen sin castigo en el que la sexi Scarlett Johansson se come la pantalla sobre un Londres que luce más cinematográfico que nunca. La suerte no cayó de su lado para llevarse el Óscar, pero tampoco le hizo falta. Exhibición de talento.  Elena Méndez

«EL VIAJE DE CHIHIRO». Oso de Oro en la Berlinale y Oscar a la mejor película de animación en el  2002, esta historia protagonizada por una niña de 10 años catapultó a Miyazaki fuera de Japón
«EL VIAJE DE CHIHIRO». Oso de Oro en la Berlinale y Oscar a la mejor película de animación en el 2002, esta historia protagonizada por una niña de 10 años catapultó a Miyazaki fuera de Japón

«El viaje de Chihiro»

Hayao Miyazaki

La animación del siglo XXI no se entiende sin el estudio japonés Ghibli y un señor hoy en fase de retirada llamado Hayao Miyazaki. Y en ese universo de fantasía que ha ido desplegando durante décadas, El viaje de Chihiro ocupa el lugar más destacado. Por su despliegue estético (veinte años después, es un prodigio de producción), por lo extraordinario de su historia (una Alicia de Lewis Carroll trasladada a Oriente) y por su despliegue de pequeños detalles. Se puede ver tres, cuatro, cinco veces, con edades diferentes, y siempre se descubre algo nuevo.  Rubén Santamarta

«Interstellar»

Christopher Nolan

Antes de Interstellar existía el género de ciencia-ficción. Con ella surgió un nuevo tipo de películas en las que la ficción produce ciencia. La imagen de Gargantúa, el agujero negro del filme, generó publicaciones en revistas de física. Einstein estaría orgulloso. Nunca se han explicado de forma tan brillante conceptos que aparecen en la Relatividad General. Se puede comprobar hasta qué punto el tiempo es relativo. La fuerza gravitatoria puede provocar situaciones tan extremas como que pasar un minuto en determinadas condiciones ahí fuera supongan siete años en la Tierra. Xavier Fonseca

Fotograma del filme de Almodóvar «Dolor y gloria»
Fotograma del filme de Almodóvar «Dolor y gloria»

«Dolor y gloria»

Pedro Almodóvar

En plena era de la «cultura del yo», Almodóvar se zambullía en sí mismo con esta autoficción que cerraba el ciclo inaugurado por La ley del deseo. Intimista, pero universal, el filme es un paseo por esa eterna búsqueda del equilibrio entre la nostalgia y el hoy. Y a decir verdad, resulta divertido ir coleccionando los pequeños homenajes que el manchego le hace al ayer. La ventana más honesta y transparente para ver las aristas de un director que nunca pudo separarse del todo de su obra. Belén Araujo

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«Shrek»

Andrew Adamson, Vicky Jenson

Contra el monopolio de la animación infantil de Disney resultaba casi imposible competir. Dreamworks lo había intentado con relativa aceptación con Antz, pero consiguió el éxito con Shrek. Su cambio en el estilo de animación, la ruptura con el cuento del príncipe que rescata a una dama en apuros y el tratamiento de temas como la autoestima o la aceptación del otro con sus extrañezas elevaron a la saga a ser una de las más icónicas del siglo XXI. Laura Placer

«Decision to leave»

Park Chan-wook

La lucha de las pulsiones del amor y la muerte conduce esta virguería inolvidable. En el laberinto emocional y la subtrama vibra este thriller poético que alcanza la cima y lleva cacao y humor en los bolsillos. Pasamanería de detalles. La razón de las geometrías urbanas frente al mar sin piedad de los sentimientos. Un amor imposible es un crimen sin resolver. Y los intermitentes de un coche, banda sonora. Aquí un espejo de las relaciones contemporáneas. Final supremo. Junto a Jane Campion, Park Chan-wook es el director del XXI que más me sobrecoge. Ana Abelenda

«Los lunes al sol»

Fernando León de Aranoa

Hubo un tiempo en el que León de Aranoa se sumó con brillantes resultados al denominado cine social. De aquel esfuerzo procede Los lunes al sol, la historia de un grupo de perdedores aplastados por los engranajes de un sistema que, bajo el eufemismo de una despiadada reconversión industrial, nos hizo prisioneros a la hora de transformar un país de productores en una sociedad de puro consumo. Personajes bien construidos, rodaje en Vigo y una sensibilidad impregnada de ironía sirvieron al director para clavar el retrato de un momento histórico cuyas cicatrices todavía supuran. Nunca una pedrada encerró tanta dignidad como la que Santa propinó a aquella farola.  Serxio González

«La la land»

Damien Chazelle

Nostálgica y romántica, es la película que te reconcilia con el género de los musicales. Para todos los soñadores. Un homenaje al cine y a la ciudad de Los Ángeles que impacta desde el primer plano secuencia, con los bailarines saltando en el atasco. Si escucho las primeras notas de City of Stars, me imagino a Emma Stone y Ryan Gosling riéndose en cada canción, con ese aroma de cine clásico. Se disfruta más de la forma que del fondo, pero menudo disfrute. Loreto Silvoso