La adaptación de la saga de Elena Ferrante llega a su fin con la cuarta temporada
06 oct 2024 . Actualizado a las 22:45 h.Estupenda, brillante, genial. Según el idioma en que leamos la saga de Elena Ferrante, la amiga será cualquiera de estos tres adjetivos. En español, en inglés y en italiano, respectivamente. Y cualquiera de esos tres adjetivos puede aplicarse a la adaptación a la pantalla. Hay que preguntarse por qué esta serie no ha logrado el impacto global que merece, teniendo en cuenta que las novelas de Ferrante fueron un fenómeno internacional: The New York Times escogió la primera novela de la saga la mejor del siglo XXI. A pesar del prestigio de las novelas y de la evidente calidad de la serie, esta sigue ausente en los grandes premios, y a menos que una sea ya seguidora, ni siquiera la plataforma Max (antes HBO) la destaca en su portada.
A pesar de los empeños del algoritmo, es una estupenda propuesta televisiva, una brillante adaptación y una genial interpretación de las dos protagonistas de las seis, en realidad, que dan vida a Elena (Lenù) y Rafaella (Lila) en las diferentes etapas de su vida. Porque La amiga estupenda recorre décadas de amistad compleja, desde niñas a adultas, entre estas dos napolitanas que tejen una relación que las marcará de por vida. La cuarta y última temporada acaba de estrenarse en España, con la sanísima costumbre de ofrecer un capítulo por semana. Porque esta monumental saga se debe saborear despacio, como cada una de las novelas.
9.000 ACTRICES
Uno de los éxitos de la serie, coproducida por HBO y la RAI, es la acertada elección del reparto. De hecho, el proceso de selección duró ocho meses y por él pasaron cerca de 9.000 actrices. En los primeros capítulos son Elisa Del Genio como Lenù y Ludovica Nasti como Lila. Con sus miradas duras de niñas de posguerra en un barrio depauperado, las chicas marcarán la línea para las dos adolescentes que las sustituyen durante las tres primeras temporadas: Margherita Mazzuco y Gaia Girace, dos actrices noveles a las que hemos visto crecer hasta el punto que los lectores de La amiga estupenda han terminado por asimilar de tal forma a las protagonistas con su físico, que arrancar la última temporada con dos nuevas actrices puede resultar de partida algo complicado. Sobre todo en el caso de Elena, porque el rostro de Alba Rohrwacher es muy diferente al de Mazzuco.
A pesar de que, en realidad, es su voz la que nos ha contado la historia desde la primera temporada, y fue su cara la que vimos al final de la tercera. Rohrwacher no responde al arquetipo de belleza de pelo claro y ojos azules, pero es que Lenù tampoco. Desde niña, ella se percibe menos atractiva que Lila. Y es evidente que la actriz Irene Maiorino, que interpreta a Lila en esta última temporada de la serie, responde a un modelo clásico de belleza italiana. Esa diferencia no era tan clara entre las protagonistas anteriores.
Pero, más allá de los físicos de las seis, la clave está sin duda en la capacidad de estas actrices de moverse, respirar y hablar como una imagina que se mueven, respiran y hablan las verdaderas Lenù y Lila. Sí, verdaderas, porque los personajes creados por Elena Ferrante se quedan en la memoria de los lectores como seres de carne y hueso. Esa es una de las grandezas de la saga napolitana. En el papel y en la pantalla.