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Alicia Armenteros, la gallega que brilla en la serie sobre el reinado más breve de la historia de España

FUGAS

Alicia Armenteros es Luisa de Orleans en la serie «La vida breve».
Alicia Armenteros es Luisa de Orleans en la serie «La vida breve». Fabian Morassut / Movistar Plus+

Es Alicia por la que vive en el país de las Maravillas, pero desde este 13 de febrero interpreta de forma salvajemente divertida a Luisa de Orleans, la joven y loca esposa del rey más breve de la historia de España. «La vida breve», ¿dos veces buena?

20 feb 2025 . Actualizado a las 15:36 h.

En la historia del rey más breve de la historia de España, Luis I, escriben más de un capítulo importante un padre coronadamente loco y una madrastra con el perverso poderío de Isabel Farnesio, que en la nueva ficción histórica de Movistar Plus + bordan Javier Gutiérrez y Leonor Watling. Pero en el Juego de Tronos ibérico que es La vida breve no van a la zaga los «jovenzuelos» Carlos Scholz y Alicia Armenteros, la gallega de Pontevedra que cumplió los 18 con la vocación muy clara y que interpreta hoy en pantalla a Luisa Isabel de Orleans

En realidad, esta adolescente de suerte real es Alicia. Y lo es por Alicia en el País de las Maravillas. Sus padres salieron de la madriguera de la duda de qué nombre ponerle tras barajar la idea de «Alba». «Pero mi hermano propuso la idea de que me llamaran Alicia porque había visto Alicia en el país de las Maravillas y le encantó...  Y a mí me encanta mi nombre -revela-. Con el tiempo he descubierto que detrás del personaje hay una historia muy turbia, pero la película es desde que soy pequeña una de mis favoritas». 

De Alicia a Luisa, hay varios jardines de palacio. Y en ambos casos, una reina sin corazón...

-Luisa Isabel de Orleans nos pasó a muchos inadvertida en la historia de España. Incluso su marido, Luis I, el hombre de reinado más breve. ¿Conocías su historia?

-No, no la conocía. Tenía un ligero conocimiento de la historia de Felipe V e Isabel de Farnesio. De Luis el Breve había escuchado hablar, pero no sabía la historia que tenía detrás. En cuanto empecé a investigar, descubrí la maravilla de drama familiar que había aquí. 

-¿Cómo llegó a tus manos el papel de Luisa Isabel de Orleans? Hay química entre Luis I y Luisa...

-El papel llegó a través de cástings. Hice tres pruebas. Y Carlos (Luis) y yo nos hemos hecho muy amigos, ¡ha sido muy guay rodar con él! Es muy buen compañero. 

-¿Te habías previsto como reina antes de este papelón?

-Antes nunca había interpretado a un personaje histórico, ni parecido. Desde pequeñita, de toda la vida, me encanta la historia. Siempre he estado obsesionada con los libros de historia y las películas de época. Y como desde pequeñita quería ser actriz, soñaba con interpretar alguna vez un personaje de estos... Para mí fue «¡Qué, estoy cumpliendo un sueño!».

-¿Cómo ves tú, desde dentro, a Luisa Isabel de Orleans, es en realidad una loca a la que no se adjudicó el adjetivo porque estaba pillado ya por Juana la Loca?

-Hay todo tipo de teorías respecto a ella. La mayor parte de los libros coinciden en que era una loca. Yo no descarto que pudiera tener algún problema de salud mental. Hay que contextualizar que esta persona era una niña. Mi personaje en la serie no dice su edad, pero es evidente que Carlos y yo somos mayores que los personajes reales, que tenían unos 12 o 13 años. Ella era una niña de 13 años que se había criado toda la vida en conventos de los que la echaron. Sus padres no le hacían ni caso. Era una niña rebelde. Y esto es algo que nunca sabremos: si solo era una niña rebelde o transgresora o había algo más... Los libros cuentan de ella que corría desnuda por los jardines de palacio y que se tiraba de pedos en público. Pero hay que tener en cuenta que era una criatura criada a monte. Yo en la serie, aparte de querer mostrar esa parte tan impulsiva y tan loca de Luisa, también la he humanizado mucho. Hay que entender que era una niña, que no quería ser reina y que sufría mucho estando lejos de sus padres. 

-Ya desde el comienzo, con esa escena de la sangre de pichones a modo de medicina para las dolencias del rey, la serie impresiona por ese toque de humor macabro que humaniza a las gentes de la realeza. Luisa, con todo, con su excentricidad, se muestra como una mujer decidida a cuidar de su marido. 

-Sí. Ella entra al principio como absolutamente rebelada contra lo que le ha tocado. Pero vas entendiendo que su mano derecha en palacio es Luis. Y a pesar de sus diferencias, sí, decide compartir con él... Al final, eran dos chavales mangoneados por personas muy poderosas. Tenían ante eso una alianza especial.

«Trabajar con actores con los que he crecido ha sido un shock muy fuerte»

-¿Qué tal la experiencia de tener como «suegros» a Leonor Watling y Javier Gutiérrez en este reinado?

-¡Una maravilla! El reparto es completamente fascinante. Trabajar con ellos ha sido impresionante. Trabajar con actores con los que he crecido ha sido un shock muy fuerte y muy guay. Leonor y Javier son un encanto además. Me he sentido muy cuidada por Leonor. Es un referente para mí. 

-¿Cómo vive una gallega en Madrid?

-¡Muy bien! Pero yo soy una gallega que va mucho a casa. Por lo menos, una vez al mes. Me vine a Madrid hace diez años a estudiar, pero realmente para la TVG me iba a rodar por temporadas a Santiago o A Coruña. También estuve en mi casa, en Pontevedra. Así que esto no ha sido tampoco un exilio. Me gusta Madrid y aquí tengo una red de amigos superfuerte. Y estoy muy conectada a Galicia todo el tiempo. 

«Soy muy indecisa y cambiante, pero si algo tenía claro era que quería ser actriz. Seguí ese instinto, vine a Madrid a formarme y a los dos años empezó a salirme trabajo»

-¿Cuándo supiste que querías ser actriz?

-Desde pequeña vi que me divertía profundamente hacer el tonto y en Navidades para mi familia montaba espectáculos, monólogos, desde enana... Tuve siempre inquietudes artísticas: me llevaron a música, a baile, a todo. A partir de los 9 o 10 años empecé a entender qué era ser actriz y sentí esa necesidad. Cuando cumplí la edad pertinente, me fui a Madrid a estudiar Interpretación. Soy muy indecisa y cambiante, pero si algo tenía claro era que quería ser actriz. Seguí ese instinto, vine a Madrid a formarme y a los dos años empezó a salirme trabajo en la Televisión de Galicia. 

«Todas las pelis que hagan una crítica de algo social desde el surrealismo me encantan. The substance tiene ese rollo de body horror y un punto de tensión constante de que no sabes bien por dónde se va a desmadrar el asunto...»

-En redes revelas que sería un sueño interpretar «La sustancia», un personaje de «body horror». ¿Qué te ha fascinado de la película que deconstruye a Demi Moore?

-Todas las pelis que hagan una crítica de algo social desde el surrealismo me encantan. The substance tiene ese rollo de body horror y un punto de tensión constante de que no sabes bien por dónde se va a desmadrar el asunto... Me gustan las pelis que te ponen bajo presión, las que te pegan un viaje de principio a fin. También me gusta el cine tranquilo, pero sobre todo el cine que da caña.

-¿Por qué si digerimos la violencia en Tarantino nos cuesta «La sustancia»?

 -Creo que a la sociedad le choca que tiene momentos bastante gore, desagradables de ver. Es una directora mujer, y cuando una directora mujer hace una peli muy punki siempre toca un poco más. No es una peli para todo el mundo, pero a mí encanta. Como Anora, que no tiene nada que ver con The Substance, pero es también otro personaje soñado.

-¿Y a ti, qué te hace sentirte reina en el día a día?

-Creo que esos días que me siento muy creativa, inspirada, un buen día de trabajo... Ahí se me va un poco el síndrome del impostor. Y arreglarme también: «¡Pues oye me veo guapa!»,, y cualquier momento en que me siento querida, mirada con buenos ojos. Y ya si me veo yo con buenos ojos pienso: «Qué sentimiento tan gustoso, ojalá fuera así siempre».

-¿Rincón favorito en Galicia?

-La casa de mis padres en mi aldea, que está en A Estrada. Te vas un fin de semana y desconectas bastante. Y otro plan que me gusta mucho es ir a las pozas que hay en Pontevedra, por los alrededores. Me gusta más el río que el mar, no sé por qué, y los planes de verano en el río con mis amigos me hacen sentir en paz. Los planes de tomar algo con amigos en Pontevedra también son de los mejores.