Un gol decisivo tras sesenta kilómetros de carrera por el monte

FUTBOL GALLEGO

RALUCA POENAR PHOTOGRAPHY

Juanjo Coello levantó al Xove Lago en Guntín tras más de siete horas de competición en A Toxiza

05 abr 2022 . Actualizado a las 20:19 h.

Hasta hace poco, Juanjo Coello Martínez (Viveiro, 1994) era conocido en el mundo deportivo por los goles que anotó en la cantera del Lugo, el Viveiro, el Racing Vilalbés y que ahora ayudan a sostener al Xove Lago en Primera Galicia. Su pasión por el trail despertó más recientemente. Compatibilizar el fútbol con las carreras por el monte le cuesta ahora esfuerzos que en algunos casos parecen difíciles de asumir. El pasado sábado completó su primera ultra de 60 kilómetros en la Toxiza Gran Trail de Mondoñedo, y apenas 24 horas después estaba en Guntín para disputar 90 minutos y firmar el gol que inició la remontada de su equipo.

«Voy algo mejor. Fue un fin de semana duro», admite un hombre que este lunes corrió diez kilómetros «suaves para recuperar» y retomó su rutina laboral. «Creo que lo peor fue dormir. El sábado fui a cenar con mis padres y cuando llegué a casa me dormí rapidísimo, pero sobre las 3 desperté y cada poco me tenía que mover», cuenta.

«La carrera se me hizo mucho más larga. Fueron casi siete horas y media. Pero el domingo volver a correr fue duro, pero mereció la pena porque ganamos», explica tras terminar duodécimo en los montes mindonienses. «Me sentí mucho mejor que el año pasado en la Camovi de 42, donde el calor me pasó factura y tuve calambres. De piernas fui muy bien, aunque en tanto tiempo de competición pasas por muchas sensaciones distintas. En el kilómetro 12 me torcí un tobillo, tuve algún problema estomacal, pero al final llegué fresco, pude apretar un poco e incluso adelanté una posición. Lo más duro fue el frío», rememora.

PEPA LOSADA

Mejor llevó el partido al día siguiente en el campo de Ladairo. «A Bruno Gómez (el entrenador) no le dije hasta que acabamos que había ido a correr el día antes. Solo teníamos tres cambios», añade tras un triunfo 1-2 que supone un buen impulso en la fase de permanencia.

La falta de descanso no fue un problema para Juanjo Coello, que se reencontró con el gol: «Este año estoy jugando en banda y me está costando ver portería. Solo llevaba dos, de un doblete contra el Riotorto, y hacía bastante tiempo que no marcaba uno tan bueno como este. Maikel me la puso por encima de la defensa, controlé con el exterior, di otro toque para acomodar el balón y lo puse desde la frontal cerca del palo. Podía acercarme, pero las piernas no me daban más».

Era la primera vez que compatibilizaba sus dos facetas deportivas en tan poco tiempo y, el resultado fue más que satisfactorio: «Con algún compañero hablaba de broma de que a lo mejor correr el día antes es la solución para volver a meter goles». «En pretemporada fui a entrenar 50 kilómetros por la senda Por Donde Camina el Oso antes de un amistoso y tras la Camovi de este año voy a tener partido contra el Lourenzá». 

PEPA LOSADA

«Me llena más el trail»

Unas «locuras» que Juanjo no descarta que acaben pronto: «A día de hoy me llena más el trail. Son muchos años de fútbol, de viajes, y en las carreras de montaña el único rival eres tú mismo, las ganas de superarte. Lo disfruto más». Tras completar en A Toxiza de Mondoñedo su primera ultra y con la Camovi muy cerca, Juanjo se plantea en septiembre otro reto brutal: «Las 100 Millas Por Donde Camina el Oso».

Su idilio con estas carreras empezó de casualidad, a finales del 2019: «Subí por primera vez al Penedo do Galo dando un paseo con mi novia y los perros, vi las vistas, dos vacas sentadas junto al banco... Me moló mucho y pocos días después volví corriendo. Me picó el gusanillo», relata tras debutar en una competición en el Trail das Bestas de Muras, en julio del 2020. Con el fútbol lo compatibiliza desde que se reanudaron las ligas regionales tras la pandemia, el pasado mes de septiembre.

«Subí por primera vez al Penedo do Galo dando un paseo con mi novia y los perros, vi las vistas, dos vacas sentadas junto al banco... Me moló mucho y pocos días después volví corriendo. Me picó el gusanillo»