Galicia quiere mostrar su esplendor

X.R.C. VIGO

FUTBOL GALLEGO

Oscar Vázquez

A Irmandiña vuelve a la vida tras ocho años de letargo para enseñar su crecimiento en Balaídos en un partido llamado a ser una fiesta del fútbol

31 may 2024 . Actualizado a las 18:11 h.

La fiesta del fútbol gallego regresa ocho años después. Lo hace en un momento de esplendor en el que coinciden varias generaciones de estupendos peloteros que confirman la pujanza del fútbol formativo en Galicia y con dos locomotoras como Iago Aspas y Lucas Pérez, que viven una segunda juventud y que ejercen de maquinistas. Bajo su liderazgo, a Irmandiña desempolva el libro de su historia para medirse a Panamá, una selección que prepara en Europa su presencia en el Copa América y que el miércoles empató a dos goles frente a Cataluña. El partido podrá verse a partir de las 20.00 a través de la TVG1.

La última vez que Lucas, Aspas y los demás se reunieron fue en el 2016 en Riazor en un partido que terminó con empate a un gol ante Venezuela. Desde entonces, muchas cosas han cambiado en el fútbol de esta punta del sur de Europa, especialmente en el aspecto formativo. Poco a poco, han ido saliendo talentos, un buen puñado de ellos han cruzado el Padornelo y el mapa futbolístico de gallegos por el mundo no ha parado de crecer. Y muchos son actores principales.

Hoy vuelven a verse, los de fuera y los de dentro, y aunque con ausencias notables y condicionantes, porque quedan equipos en competición, Diego Martínez ha congregado a un buen elenco para retar a una selección emergente como la panameña que, de la mano de Thomas Christiansen, ha ido ganando terreno y aspira a lograr un billete para el próximo mundial. Un rival del que dar buena cuenta para enseñarse al mundo. Además, los gallegos tienen que mantener su condición de invictos desde su vuelta a la vida en el cambio de siglo: dos triunfos (ante Uruguay e Irán) y tres empates (Ecuador, Camerún y Venezuela). Ese es hasta la fecha su bagaje.

Pero, más allá de la parte deportiva, el partido está llamado a convertirse en una fiesta por encima de todo. Con un excelente ambiente en las gradas y con el fútbol gallego reunido en torno a Balaídos preparados para vivir su particular romaría con el balón como pretexto.

Además, a diferencia del año 2007, la última vez que la Irmandiña pisó el estadio vigués, nada anuncia sobresaltos de última hora. Entonces, Camerún quiso hacer caja antes de saltar al campo y el partido se demoró más de lo aconsejable. Casi tanto como una cita que Iago Aspas quiere perpetuar en el tiempo. «Por mí lo haríamos todos los años, ya se lo he dicho muchas veces a la Federación, aunque sé que no es fácil». Por eso hoy es momento de disfrutar, dentro y fuera del terreno de juego.