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El método Calasanz asombra en el fútbol gallego

Iván Antelo A CORUÑA

FUTBOL GALLEGO

El club de fútbol de un colegio coruñés consigue codearse con el Dépor y el Celta en los principales campeonatos de formación gracias a su estructura

09 jun 2025 . Actualizado a las 10:28 h.

El club de un colegio de A Coruña asombra en el fútbol gallego. Sobre todo en las edades de iniciación. Es el CD Calasanz. Una entidad que consiguió situar a dos de sus equipos en las finales de fútbol 8 (de tres posibles), algo que solo el Celta fue capaz de igualar —los rojillos se proclamaron campeones gallegos en prebenjamines y subcampeones en alevines, haciendo sudar muchísimo a los celestes, que ganaron por un ajustado 3-2—. Además, su Infantil acaba de conseguir el ascenso a la División de Honor, la élite del balompié sub-14. ¿Cómo es posible semejante hazaña?

«Tenemos 18 equipos de fútbol 8. Unos 250 niños: desde biberones a alevines. Y en fútbol 11, nueve conjuntos, otros 200 chavales. Andamos por las 450 licencias. Debemos ser uno de los dos clubes con más niños», explica Vicente Caamaño, el presidente. «La escuela funciona muy bien y este año la verdad es que los resultados también se dieron. Solo el Dépor, el Celta y nosotros llevamos a dos equipos a la fase final del Gallego y estamos supercontentos», añade.

CD Calasanz, campeón gallego prebenjamín
CD Calasanz, campeón gallego prebenjamín RFGF

«La gente no lo ve, pero hay un gran trabajazo detrás. Tenemos un coordinador general de la escuela como Jose González Expósito, que es excepcional; y además lo tenemos todo muy bien estructurado. Cada categoría tiene a su coordinador específico: Jose Manuel Sánchez, en prebenjamines; González Expósito, en benjamines; y Román Feás, en alevines. Y el resultado de todo este trabajo se ve con el paso de los años. Si coges cualquier equipo del Deportivo, desde el Infantil B al Juvenil A, hay un chico que pasó por nuestra escuela. También el Celta tiene a Dela o, más recientemente, se llevó a Hugo Cotelo», explica el dirigente del club colegial, con mucho orgullo. «Pero también entrenadores que están ahora en las categorías inferiores del Deportivo: Samu Montoto, Borja Souto, Jorge Queijeiro, Juan Díaz Sarmiento... Y nosotros muy contentos», agrega.

Y es que el éxito del Calasanz va mucho más allá del talento individual de una determinada generación de niños o del acierto por contratar a un técnico sabio: «Tenemos un área de metodología que llevan dos personas del club y que este año incluso vamos a reforzar. Me lo dicen mucho desde fuera: ‘Al Calasanz se le reconoce por cómo juega’. Y eso para mí es un orgullo».

CD Calasanz, subcampeón gallego alevín
CD Calasanz, subcampeón gallego alevín Futgal

«Hay personas que llevan muchos años en el club y que son realmente imprescindibles como nuestro tesorero y alma-máter, Domingo Astray; o Jose Luis Suárez y Jose Luis Sánchez, que hacen una labor tremenda. También con nuestro torneo de futbito, que hace que los niños se acostumbren a competir ya desde muy pequeñitos. Además, Isaac Expósito, nuestro director deportivo, hace una gran labor... Es una estructura con mucha gente, en la que todo el mundo aporta», explica.

«Hasta benjamines de primer año, prácticamente todos los niños que vienen al club son del colegio. Tenemos una relación excepcional con los padres Escolapios. El vicepresidente del club es el director del cole, le encanta el deporte. A partir de benjamines va bajando ese porcentaje según se sube de categoría», comenta. De hecho, gracias a los últimos éxitos, en el club han recibido «multitud de solicitudes» para inscribir a niños en la escuela, a partir del próximo curso.

«Es importantísimo, lo puede decir cualquier club de la ciudad, que el Concello refuerce las instalaciones deportivas de la ciudad. Sobre todo se nota esta carencia cuando empiezas a competir a determinado nivel y vas por toda Galicia y ves que todos los clubes tienen sus campos, menos los de aquí (A Coruña). Es tremendo. Conxo, Rápido de Bouzas, Lérez, Valladares, Porriño... Casi todos tienen el suyo y nosotros pecamos de eso. Faltan instalaciones. Entre todos tenemos que sumar para que haya más», lamenta Caamaño.