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El Ganso regresa a sus orígenes para remontar el vuelo

D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

Tienda de El Ganso en Vigo
Tienda de El Ganso en Vigo M.MORALEJO

Los fundadores de la firma textil renegocian de nuevo con la banca una deuda de 25 millones de euros

04 feb 2019 . Actualizado a las 11:52 h.

La compañía textil El Ganso, muy conocida en Galicia por los vínculos familiares que tienen los Cebrián -sus propietarios- en la comunidad, busca una salida al atolladero en el que anda atrapada. La marca de moda especializada en hombre -y pequeñas colecciones de mujer y niño- negocia otra vez con la banca la refinanciación de su deuda, que asciende a unos 25 millones de euros. Y eso, un año después de haber formalizado una operación similar con los mismos acreedores financieros.

Los Cebrián están dispuestos a poner toda la carne en el asador para sacar la compañía adelante. Un empeño que quedó patente cuando hace unos meses recompraron el 49 % del capital de la firma que estaba en manos del fondo L Catterton, el brazo inversor del gigante de lujo LVMH. Los norteamericanos habían desembarcado en El Ganso tras el vertiginoso período de crecimiento en ventas y expansión del negocio dentro y fuera de España protagonizado por la firma, que dos años después se enfrentaba a una situación muy comprometida, con el negocio estancado y la cuenta de resultados en números rojos. Fue entonces cuando los fundadores, que habían dado entrada a L Catterton con el ánimo de abrir sus colecciones a nuevos mercados y consolidar la marca, decidieron tomar cartas en el asunto y recomprar esa parte del capital.

Cuando entraron en El Ganso, el brazo inversor de LVMH participaba también en firmas como la alemana Gant o Pepe Jeans. En el caso de la española les sedujo el rápido ascenso desde su creación, en el 2006. A las puertas de la crisis económica. Mientras que el resto del sector de la moda languidecía debido al frenazo del consumo que originó la recesión, los dueños de El Ganso duplicaban facturaciones cada año. El mercado aplaudía un modelo de negocio atractivo, con ropa de calidad y diseño fabricada en Europa y asequible a bolsillos medios.

Paradójicamente, cuando otras firmas de moda iniciaron la remontada, las cifras de la marca de los Cebrián cayeron en picado. Argumento que, al parecer, utilizó el fondo inversor para huir de manera precipitada. Los fundadores no estaban por la labor de dejar caer la marca y su regreso propició un cambio de tendencia. El cierre del último trimestre del 2018 confirma una recuperación de las ventas, aunque con una situación financiera delicada.

El plan de ajuste proyectado, según fuentes de El Ganso, prevé el cierre de tiendas -actualmente cuenta con 174- y la salida de varios países europeos. A cambio, quieren fortalecer la compañía potenciando las ventas por Internet, ampliar su presencia en puntos multimarca y a través de franquicias internacionales. Aspira a crecer en ventas, pero «ser rentable y eficiente» y ello requiere reorganización.

«En este nuevo recorrido solo hay lugar para el optimismo, no para la crítica», aseguran desde la compañía. «El fondo desempeñó su función durante un tiempo y ahora los fundadores han decidido retomar las riendas del proyecto. Quieren volver a sus orígenes para remontar el vuelo.