Los científicos que asesoran a la Comisión Europea recomiendan que la pesquería siga cerrada hasta el 2020
29 jun 2019 . Actualizado a las 22:55 h.No. No se podrá capturar cigala en aguas de Galicia ni este año, ni el que viene, ni al siguiente. Hasta el 2022 estará cerrada la pesquería, si Bruselas sigue a pies juntillas los consejos de sus asesores científicos, los del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar). La institución, que lanzó ayer su consejo para varios stocks del golfo de Vizcaya, el mar Céltico y el mar del Norte, recomendó seguir aplicando el enfoque de precaución y mantener el TAC (total admisible de capturas) cero para el 2020, 2021 y 2022. Tres años que se sumarían a los otros tres que se cumplen de veda.
«Unha cacicada total e absoluta», estalló Torcuato Teixeira, secretario xeral de la Organización de Productores Pescagalicia, que no cree que los biólogos dispongan de base suficiente como para dar un consejo tan contundente con tres años de cierre. «Un enfoque precautorio é poñer medidas de conservación ou un plan de xestión, non un peche por tres anos», reprocha.
Quince años pidiendo el cierre
Los expertos del ICES recuerdan que en el 2016 la biomasa se encontraba en valores históricamente bajos, lo que llevó a que en el 2017 se materializase ese cierre de la pesquería por el que los biólogos venían clamando ni más ni menos que desde el 2002. Quince años después.
Y pese a los 30 meses que se llevan ya de veda, los científicos dicen que «la información disponible indica que el stock sigue en niveles muy bajos». Claro que los datos que manejan tampoco son muy abundantes. El propio ICES admite que no puede determinar si la población está próxima al rendimiento máximo sostenible (RMS) porque los puntos de referencia se desconocen.
Y ese es uno de los reproches que repitió por activa y por pasiva el sector: que no se han hecho campañas científicas, que los únicos datos que se tienen proceden de las descargas, que los desembarcos se han visto alterados por un cambio en el modelo de gestión que distribuyó a partes iguales la cigala entre bakas y parejas -estas no la pescan- y que, por encima, los cálculos del ICES estaban errados porque partían de rendimientos por día que, como se comprobó después, eran por hora.
El sector no se rinde y presionará para que se reabra la pesquería este mismo año Pero en el caso de la cigala no ha ocurrido como con la caballa, que a petición de Noruega revisó sus datos, corrigió al alza su recomendación y admitió el error. En el caso del crustáceo gallego cree que dos años de campañas comerciales con observadores científicos a bordo es una serie de tiempo demasiado corta como para aceptar la petición de sector de reabrir la pesquería con el mismo TAC que había en el 2016, cuando se prohibió la pesca de cigala: 48 toneladas.
Así las cosas, la cigala del día gallega se juega estar ausente de las celebraciones durante otros tres años, a excepción de las dos toneladas que Bruselas autoriza a capturar en el marco de la campaña CARACAS, de evaluación de abundancia de cigala en la unidad funcional 25 (Galicia).
A Coruña, Marín, Vigo y Celeiro, y en menor medida los de Ribeira y Burela, son los puertos más golpeados por la prohibición de capturar una especie que en su mejor momento ?en el 2016? reportó ingresos por más de 16 millones de euros.
El sector no se rinde
Pero el sector no se rinde. Ahora que el ICES ha plasmado por escrito que hubo un cambio de gestión de la pesquería en el 2012 ?aunque concluye que no es relevante para la información biológica?, Pescagalicia cree llegada la hora de actuar en el plano político y científico para hacer ver al ICES y a Bruselas que es precisamente ese reparto lo que desvirtúa los datos y que está trabajando «con unha fotografía desenfocada que non reflicte a realidade».