Creada en 1969 por tres pioneros de la automoción gallega, con Román Yarza al frente, es ya la única multinacional del sector de capital gallego y sigue expandiéndose con plantas en seis países y casi mil trabajadores
05 ago 2019 . Actualizado a las 22:56 h.La automoción gallega tiene un nombre propio. Tras la venta de Viza a la canadiense Magna, el grupo Copo, que está en el origen de Ceaga, el clúster gallego del automóvil (impulsado por su fundador y presidente, Román Yarza), es hoy el gran referente del sector de componentes y el único de dimensión multinacional de capital gallego.
Con una potente cartera de clientes en la que pesan los pedidos de PSA, Volkswagen, General Motors, Seat, Faurecia o Denso, y en la que no faltan ninguno de los grandes, desde Audi a Mercedes, pasando por Renault, BMW, Fiat, Ford o Toyota, además de alguna firma prémium de coches deportivos como Ferrari, el fabricante de espumas y rellenos de asientos e interiores para vehículos acaba de celebrar su 50 aniversario en pleno proceso de expansión internacional.
Más multinacional
La multinacional, cuya sede matriz se encuentra en Mos (Pontevedra), ya está presente en seis países, pero sus planes pasan por no detenerse y seguir ampliando capacidad con nuevos centros de producción.
El mercado internacional está en la esencia de Copo, pero desde hace cinco años el grupo ha redoblado esfuerzos por abrirse hueco entre las multinacionales del motor en Europa y América, con una fuerte expansión en el exterior que la ha llevado a tener una oficina comercial y de diseño textil en Alemania, a poner en marcha Copo Textil México, a adquirir nuevas instalaciones para Copo Iberoméxico, y a implantarse en Pilsen (República Checa). En este tiempo también ha adquirido Flexipol en Sao Joao de Madeira (Portugal), y en el 2021 tiene previsto poner en marcha un nuevo edificio de más de 30.000 metros cuadrados en el país vecino.
Junto con la sede en Mos, la firma tiene también instalaciones más veteranas operativas en O Porriño, Zaragoza, Cuba y Brasil que en conjunto dan empleo a una plantilla de casi 1.000 trabajadores y aportan una facturación total al grupo de 164,8 millones de euros, según el balance del 2018 (152 millones, en el 2017).
Entre los planes a corto plazo recogidos en el plan estratégico está la ampliación de sus capacidades en México y la República Checa para que sus plantas dejen de ser monoproducto y puedan diversificarse, fabricando con estas mejoras distintos componentes, desde asientos y espumas a tejidos y otras soluciones.
Un proveedor de primer nivel que no ha dejado de evolucionar
Grupo Copo es un proveedor de automoción de primer nivel, con capital 100 % gallego. La empresa arrancó su actividad en el año 1969 como Espumaciones Industriales Roday, nombre bajo el cual comenzó a fabricar espumas para colchones y sofás.
En el año 1972 este pujante negocio experimentó un giro de 180 grados gracias a la visión emprendedora de sus socios fundadores: Antonio Estévez, Francisco Ayuso y Román Yarza, que estuvo al frente de la compañía hasta el 2006. Dos años después fallecía, pero dejaba ya en pie un grupo con cuatro divisiones empresariales dedicadas a las espuma del automóvil, revestidos para vehículos, tejidos para las tapicerías de los coches y espumas de hogar, entre las que se encontraban los colchones Pikolin.
El grupo atravesó una importante crisis en el período comprendido entre los años 2011-2012 que obligó a su nuevo presidente, el catalán Francisco Anguera, a acometer una fuerte reestructuración de sus actividades. En el 2012, ya con José Antonio Rodríguez Estévez como consejero delegado, el grupo encauzó de nuevo la senda del crecimiento con una fuerte apuesta por la innovación y el desarrollo de producto que lo llevó a recuperar hace un año el 100 % de su laboratorio de ideas y motor de competitividad, el pionero CETEC, Centro Tecnológico del Grupo Copo.