José Soares, consejero delegado de Altri: «Hay muy pocas razones por las que no pueda salir el proyecto de Palas de Rei»

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

Oscar Vázquez

La compañía espera de los fondos europeos un 25 % de la inversión que necesita

02 ago 2023 . Actualizado a las 20:02 h.

¿Cuándo fue la última vez que Galicia captó capital extranjero para una inversión industrial por valor de entre 700 y 800 millones de euros? No hay precedente cercano en el tiempo, y eso hace que el proyecto del grupo portugués Altri para levantar en Palas de Rei un complejo ecoindustrial —el mayor de Europa— especializado en fabricar fibra textil a partir de madera de eucalipto, resulte tan necesario como innovador y apasionante, se mire por donde se mire. José Soares de Pina, el consejero delegado de Altri habla con absoluta claridad del estado del proyecto y de las posibilidades reales de que a finales de año el consejo de administración autorice su aprobación.

—Descartaron Portugal por la falta de materia prima pero, ¿estudiaron otras posibilidades antes de decantarse por Galicia?

—Galicia fue la primera y la opción ideal. Podríamos haber buscado otras posibilidades, pero en Galicia hemos encontrado las condiciones adecuadas, además de la colaboración con las autoridades administrativas y el apoyo de la sociedad Impulsa.

—¿Qué ventajas tiene Palas de Rei sobre otras ubicaciones que han estado estudiando en los últimos meses en Galicia?

—Elegir la ubicación era un proceso crítico, porque estamos hablando de una inversión industrial para los próximos 50 años o más. Hemos estudiado 46 ubicaciones, 31 en la provincia de Lugo. La disponibilidad de agua dulce fue el factor determinante, junto con la disponibilidad de terreno, la orografía, el ordenamiento jurídico, la disponibilidad de materia prima y el impacto medioambiental y cultural. Es muy difícil conseguir una ubicación ideal pero con todas esas variables hemos tomado el tiempo necesario para hacerlo bien.

—¿Han recibido muchas presiones para elegir localización?

— El proceso generó mucho interés. Lo hemos hecho conjuntamente con Afri, una consultora internacional, para llegar a la mejor conclusión, porque la prioridad es el éxito del proyecto.

¿Qué pasó con A Mariña?

A Mariña tiene materia prima disponible, pero el recurso de agua dulce ha sido el punto critico. Tenemos una regla básica en nuestra industria: el criterio es que esté garantizado un caudal mínimo de agua durante 7 días consecutivos y que eso se haya mantenido en los últimos 10 años. Solo con este criterio, que es básico, mirando el histórico en A Mariña, el resultado es que un 20 % del año no existía recurso de agua dulce suficiente para que la planta funcionase. Y además se comprometía el uso doméstico. Era una decisión inviable.

—En la última junta, Altri ha dicho a sus inversores que tener una ubicación no significa que el proyecto se vaya a ejecutar. ¿De qué depende ahora?

—La decisión la vamos a tomar a su tiempo. La ubicación es una variable, pero ahora tenemos por delante estudios de impacto ambiental que van a seguir; estudios de ingeniería básica, ajustados ya sobre el terreno elegido, para tener un plan final de inversión.

—¿Qué porcentaje de posibilidades hay de que Altri se instale en Galicia finalmente?

—Hay muy pocas razones por las cuales el proyecto de Palas de Rei no pueda salir adelante. Pero hay que concretar los estudios de la forma más objetiva y tranquila para llegar a la decisión final, que es la inversión.

—¿Hablamos entonces de factores técnicos, no económicos, que pudieran parar el proyecto?

Es que hasta que los criterios técnicos no estén resueltos no sabremos con certeza si se cumplen los criterios económicos. Al final, la decisión de inversión va a tener que ver con la rentabilidad. Pero ya hay bastantes estudios y lo que nos motiva a seguir invirtiendo es que pensamos que hay condiciones para hacerlo.

—¿Cuánto se han gastado ya en estudios y consultorías?

—No quisiera entrar en datos específicos, pero millones de euros.

—De esos 700 u 800 millones, ¿cuánto va a poner Altri?

—Va a depender de los programas de ayudas, pero es razonable una expectativa de un cuarto de la inversión con cargo a fondos europeos y, de la suma restante, parte sería deuda y parte capital.

—Esos fondos europeos se tienen que canalizar a través de un PERTE del sector forestal que no está aprobado. ¿Si se retrasa puede estar en peligro su inversión?

—Tenemos que esperar, pero nuestra expectativa es que el proyecto sea suficientemente atractivo y su impacto económico sea suficientemente significativo para justificar que la administración lo considere muy seriamente.

—¿Si no hay fondos no se hará?

—No es lo que estoy diciendo. Es un factor importante, en su momento determinaremos si es crítico o no para la decisión, pero es una inversión importante, y la expectativa es que haya un reconocimiento del Gobierno porque el proyecto aportará mucho valor a Galicia y a toda España.

«Esperamos que el grupo Inditex forme parte de nuestro porfolio de clientes»

Soares de Pina confirma que el peso accionarial de Altri en el proyecto de Palas de Rei será del 50 % aproximadamente.

—¿Qué peso tendrán los socios locales?

—Buscamos socios que aporten valor y que sean sinérgicos. Estamos en discusiones y a corto plazo habrá decisiones sobre eso.

Van a producir 200.000 toneladas al año de lyocell en Palas de Rei. Además del textil luso, ¿quiénes serán sus clientes?

—Hay tres grandes mercados: Europa, el norte de África y Turquía. La planta va a suministrar a mercados de cercanía, que representan una gran parte de consumo mundial.

—Tendrán que convencer a los gigantes del textil sobre las bondades del lyocell...

—Por lo que vemos de los potenciales clientes, hay un incremento de la demanda importante. Hemos tenido conversaciones con varios grandes grupos textiles.

—¿Han hablado con Inditex?

—Inditex es un grupo muy importante que esperamos que forme parte de nuestro porfolio de clientes.

—¿Galicia puede competir en costes con Asia, principal potencia productora de lyocell?

—Una planta integrada como la nuestra permite ventajas muy competitivas. Producir la pulpa en Brasil, enviarla a Asia para fabricar la fibra textil, a Turquía para hacer el hilo y a Marruecos para hacer la prenda no es sostenible. Nuestro modelo es rentable operacional y económicamente.

«Para fabricar una tonelada de lyocell hacen falta cuatro metros cúbicos de madera»

Soares de Pina asegura que el proyecto de Altri en Galicia no solo es sostenible en recursos, también lo será en el uso de energía renovable. «Como es un proyecto integrado desde la madera hasta la fibra textil es único en el mundo y eso aporta muchas sinergias a nivel operacional que nos permiten ser muy competitivos», asegura el primer ejecutivo del grupo portugués.

_¿Por qué fabricar fibras textiles forestales? ¿Cuáles son sus estudios de mercado?

—Sabemos que es un recurso que hoy representa el 6 % de las necesidades del sector pero tiene un gran potencial de crecimiento. Hay una necesidad clara en el textil mundial de circularidad. Las fibras de base de madera son una alternativa muy importante y parte de la solución.

—¿Un complejo como el de Palas de Rei, qué volumen de masa forestal necesita consumir para fabricar una tonelada de lyocell?

—El término adecuado es consumo especifico de madera. Para una tonelada de lyocell estamos hablando de cuatro metros cúbicos de madera.

—Hay voces críticas que cuestionan la sostenibilidad de su sistema de producción. ¿Cuáles son los riesgos medioambientales?

—Son mínimos. Emisiones y residuos son sometidos a programas de valoración y reutilización. Aprovechamos todo lo que viene de la madera, el impacto en sí es muy reducido.

—Tendrá un elevado consumo energético. ¿Cómo se va a abastecer?

—La planta generará suficiente energía, estamos estudiando varias opciones: vamos a tener una parte de recuperación de la madera, una vez retiradas las fibras, eso ya es un componente importante, por combustión de la madera sobrante, en una caldera de recuperación.

—El proyecto contempla un plan de reforestación, para garantizar la sostenibilidad de la industria. ¿Cómo lo harán?

—Lo vamos a trabajar con el sector. Somos productores forestales, hacemos mejora genética y muchos trabajos y estudios. Todo el conocimiento que tenemos lo vamos a aportar y podemos trabajar con el sector para mejorar la sostenibilidad que es el elemento crítico para nosotros.

—Si finalmente aprueban el proyecto para Galicia, ¿cuáles son los plazos?

—A finales del 2024 o principios del 2025 estaríamos ya empezando a producir pasta soluble y la plena producción llegaría dos o tres años después.