Orlando Alonso, presidente de Windar, recibe el premio anual de la patronal ferrolana Cofer

La Voz FERROL/ LA VOZ

GALICIA INNOVA

JOSE PARDO

El responsable ejecutivo de la compañía destaca las oportunidades de futuro que brinda el sector para la comarca

18 nov 2022 . Actualizado a las 09:32 h.

La sala Carlos III de Exponav fue esta tarde de jueves el escenario para la entrega del premio anual de la patronal ferrolana Cofer a Orlando Alonso, presidente ejecutivo de Windar. De este modo, se quiso destacar su papel en el pujante sector de la eólica marina. Al acto acudieron, entre otros, el presidente de Cofer, Cristóbal Dobarro; el presidente de la CEC, Antonio Fontenla Ramil; el vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde; y el alcalde de Ferrol, Ángel Mato. 

A continuación se reproduce el discurso íntegro del presidente ejecutivo de Windar tras recibir el mencionado galardón.

Liderazgo mundial

«Es para mí un privilegio y un honor recibir el premio anual de Cofer. En primer lugar, por la relevancia de quien me lo otorga, una entidad que trabaja sin descanso por el desarrollo de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal. Y, en segundo lugar, por la categoría de quienes han recibido antes que yo este galardón, empresarios muy distinguidos de esta ciudad y de esta comarca.

Windar Renovables nació en Avilés, no muy lejos Ferrol. Pero más allá de la proximidad geográfica, la relación que tenemos con Ferrolterra viene de muy atrás, razón por lo que con toda justicia también nos consideramos de aquí. Nuestra actividad empresarial en Galicia se inició en As Pontes ya hace más de cuarenta años. Pocos años después, estuvimos entre los primeros en llevar a cabo proyectos medioambientales, también en Galicia, acciones que entonces eran pioneras, y hemos continuado progresando dentro del camino de la innovación y las nuevas fuentes de energía renovable. Entre los valores de nuestra empresa destaca la capacidad de emprendimiento, con la mirada también puesta en el exterior, pero buscando asimismo alianzas con otras compañías que consigan fortalecer a ambas partes. En un mercado global y competitivo, el trabajo en equipo, que incluye la colaboración con otras empresas, resulta fundamental.

Los primeros pasos en la eólica marina los dimos en solitario en 2012, con la fabricación de la cimentación para la subestación del parque Anholt, de Dinamarca. Fuimos la primera empresa española que se adentró en este gran campo, sobradamente conocido hoy, pero desconocido para muchos tan solo diez años atrás. Tiempo después, la alianza estratégica entre Windar y Navantia, que arrancamos en 2015 y que venimos reforzando sin parar año tras año, supuso otro salto importante a nivel internacional, con nuevos productos, las jackets y las estructuras flotantes, que nos situaron entre las compañías más avanzadas de Europa en la construcción de soportes para parques eólicos marinos. Estos componentes, que son vitales para instalar los aerogeneradores en alta mar, parten desde Ferrol para Alemania, Reino Unido y Francia aportando riqueza y empleo con la fabricación y la cadena logística asociada.

A la eólica marina de base fija se le augura un gran crecimiento. Está previsto que, en 2030, Europa alcance 160.000 MW en sus aguas, lo que supone multiplicar por cinco la capacidad actual en tan solo ocho años. Esto da idea del enorme potencial del mercado que tenemos por delante.

Actualmente y a medio plazo, los monopiles seguirán siendo la cimentación más utilizada, ya que es elegida en un 80 % de los parques de nueva construcción. Y ahí hemos encontrado una nueva oportunidad en la que Ferrolterra volverá a ser protagonista, porque antes de fin de año culminaremos, conjuntamente con Navantia, la adaptación del astillero de Fene para producir cimentaciones tipo Monopile XXL. La nueva fábrica será la quinta de Europa con capacidad para hacer estas estructuras, junto con otras dos en Alemania, una en Holanda y otra en Dinamarca.

De este modo estamos contribuyendo, conjuntamente con Navantia Seanergies, a convertir el noroeste de España en una zona líder mundial en la fabricación de estructuras offshore, pero, al menos por el momento, exclusivamente destinadas a la exportación. En todo caso, en nuestro país, el previsible desarrollo de la eólica flotante se va a convertir en otra oportunidad industrial que no podemos obviar. Nos encontramos aún en una fase muy incipiente y con enormes dificultades administrativas para la obtención, por parte de los promotores, de los permisos de construcción, aunque me constan los esfuerzos que tanto las autoridades estatales como las autonómicas están haciendo para buscar soluciones a estos inconvenientes. No obstante, debemos ser realistas y tener en cuenta que se trata de una tecnología aún poco madura, por lo que su despliegue a escala industrial tardará varios años en llegar.

El esperanzador futuro de la eólica marina y nuestra alianza con Navantia, un socio de referencia mundial con el que esperamos tener mucho camino por delante, propician que Windar haya podido conquistar una posición privilegiada en el universo de la energía renovable, ayudando a cumplir los compromisos que los organismos internacionales han adquirido en la descarbonización de nuestra economía. Creo honestamente que somos ejemplo de que las cosas hechas con humildad y perseverancia, virtudes muy propias de gallegos y asturianos, llegan a buen puerto.

Reitero mi agradecimiento por este reconocimiento, que no recojo a título personal, sino en nombre y representación de los miles de trabajadores de nuestra compañía, sin cuyo esfuerzo nada de lo que les he contado habría sido posible. En el nombre de todos ellos y en el mío propio, muchas gracias».