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Bazán y AESA se fusionan y crean el décimo grupo naval del mundo

LUIS ALONSO MADRID

GALICIA

IGOR AIZPURU

La nueva empresa, que mantendrá todos los puestos de trabajo, facturará 225.000 millones La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) dio luz verde ayer a la integración del astillero militar Bazán con Astilleros Españoles (que engloba al ferrolano Astano), operación por la que se creará el décimo grupo naval del mundo.

18 jul 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno garantizará los 11.173 puestos de trabajo, así como el futuro de las 12 factorías. El nuevo grupo se denominará Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales y tendrá unos ingresos de 225.000 millones. La alianza firmada ayer permitirá a AESA solventar la crisis que la conduciría a la quiebra en el plazo de dos o tres años. Con la fusión, Bazán distribuirá parte de la gran carga de trabajo que tiene en la actualidad con los demás astilleros civiles públicos. Según Pedro Ferreras, presidente de la SEPI, «las nuevas contrataciones han saturado en gran parte las instalaciones de Bazán, con lo que se limita drásticamente su capacidad de crecimiento en los próximos siete años». Para José Antonio Casanova, presidente de Bazán, «la SEPI ha hecho un proyecto muy valiente. En el caso concreto de Ferrol, sumar las capacidades técnicas y tecnológicas de Bazán y Astano genera una fuerte sinergia, que se puede extender a todos los centros», explicó Casanova, quien pronosticó que «la redistribución de cargas nos permitirá ofrecer productos más baratos y más competitivos y, de esta forma, lograr nuevos contratos». La nueva compañía, que se denominará Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales, será copresidida por José Antonio Casanova y Marcelino Alonso _hasta ahora presidente de AESA_, tendrá su sede en Madrid y alcanzará validez jurídica en octubre. Pendiente de Bruselas El acuerdo, rubricado por Casanova, Ferreras y Alonso, fue remitido a la Comisión Europea, que debe dar su autorización. Ferreras vaticinó que la fusión no encontrará impedimentos en la UE, puesto que el 60% del trabajo de la empresa será militar, un área fuera del alcance de competencia. Para lograr el saneamiento del grupo, se recortarán los costes en 20.000 millones de pesetas en los próximos tres años, gracias a las sinergias que se obtendrán con una estructura tan grande. Además, se realizarán inversiones por valor de 100.000 millones en los próximos cinco años. Estos fondos servirán para financiar 87 proyectos de I+D para elevar la calidad de todas las líneas de actividad. Se iniciará un plan de mejora de la ocupación, con nuevas reducciones de las subcontratas y con la externalización de los compromisos laborales pasados. Todos estos elementos servirán para que Bazán pueda aumentar significativamente sus ingresos, puesto que alcanzará un mercado de 1,9 billones de pesetas, de los que 1,3 billones tendrán origen en la industria militar y otros 600.000 procederán de la actividad civil. Ferreras indicó asimismo que no hay planes previstos para privatizar la nueva Bazán. «Ahora no está en nuestras prioridades buscar comprador para el nuevo grupo», dijo, aunque expresó su confianza en concitar el interés de grupos navales de la Unión Europea, porque el de las empresas americanas ya está constatado.